El MG ZS con motor de gasolina se ha consolidado como una de las ofertas más disruptivas del panorama automovilístico español en 2025. Su propuesta, centrada en un precio de acceso sumamente competitivo, está redefiniendo las reglas del juego en el segmento de los SUV compactos, hasta el punto de generar una reacción en cadena entre marcas consolidadas que ven amenazada su cuota de mercado.

La clave del éxito del MG ZS reside en su agresiva estrategia comercial. Con un precio promocional cercano a los 15.000 euros, este SUV fabricado por la marca de origen británico y capital chino ofrece una configuración completa desde sus versiones básicas. El motor 1.5 atmosférico de 106 CV, combinado con una caja de cambios manual, proporciona un rendimiento suficiente para un uso urbano y cotidiano, mientras que su maletero de 448 litros y un habitáculo espacioso refuerzan su perfil práctico.

 

El equipamiento de serie resulta igualmente llamativo para su nivel de precio. Incluye elementos poco habituales en esta franja del mercado, como pantalla táctil de gran formato con conectividad para móviles, sensores de aparcamiento traseros y control de crucero. Este conjunto ha permitido que el ZS no solo se perciba como una opción económica, sino también como una propuesta equilibrada y funcional para quienes buscan un vehículo versátil sin realizar un gran desembolso.

Un efecto dominó en el mercado de los SUV

Lo destacable en este caso es que el impacto del MG ZS ha trascendido sus propias cifras de ventas. Su creciente popularidad ha generado una presión directa sobre competidores como el Dacia Duster, el Citroën C3 Aircross, el Hyundai Bayon o el Kia Stonic. Muchas de estas marcas han tenido que reaccionar con promociones más agresivas, reestructuraciones de gama o mejoras en el equipamiento de serie para no perder competitividad frente al nuevo referente en términos de relación calidad-precio.

 

Por otro lado, la penetración del MG ZS en el mercado español evidencia un cambio de paradigma en la percepción de los productos de marcas emergentes. El éxito de esta fórmula ha alentado la aparición de nuevos actores que replican el mismo enfoque, combinando precios contenidos con una dotación tecnológica aceptable y un diseño moderno. Es el caso de marcas de reciente implantación o relanzamiento que ya preparan sus modelos con vistas a competir en la misma franja de mercado.

En este sentido, la estrategia del MG ZS está obligando a los fabricantes tradicionales a acelerar su renovación de producto, ajustar márgenes y reforzar su posicionamiento. La competitividad del segmento de los SUV compactos se ha intensificado notablemente en los últimos meses, y gran parte de esa transformación responde a una fórmula que parecía improbable: un SUV económico de gasolina con buen equipamiento que ha conseguido posicionarse entre los más vendidos del país. La capacidad de MG para sostener esta tendencia marcará el ritmo de una competencia cada vez más condicionada por el factor precio.