Mini puede presumir de ser una de las marcas más icónicas y famosas del automovilismo. Y ojo, no precisamente porque de sus fábricas hayan salido modelos deportivos que hayan arca época, o modelos con novedades tecnológicas que han abierto el camino a otras, sino precisamente por haber dado vida a modelos estéticamente muy bien valorados y emblemáticos como el Mini Cooper.

En este sentido, si bien es cierto que Mini sigue fabricando modelos muy actuales y que, de hecho, es una de las marcas que ha apostado por aunar la electrificación con la estética, son muchos los amantes de lo vintage los que echan de menos los Mini ‘auténticos’, los que se fabricaron hace ya unas décadas.

Unos amantes de lo vintage que se quedaron con la boca abierta cuando, en el Salón de Nueva York del 2018 Mini presentó uno de sus modelos antiguos reconvertido en un eléctrico. La acogida fue tan buena  que la marca decidió seguir ese camino y apostar por forma parte de los fabricantes que han entrado en el juego del electromod,  que no es otra cosa que el proceso de adaptación de motores eléctricos en modelos antiguos y vintage.

El Mini clásico podrá ser eléctrico, aunque no será barato

Ahora en Mini, pese a que no han dado detalles de lo que podrá llegar a costar el proceso, sí que han apuntado que están trabajando ya en un programa para electrificar a los modelos antiguos cuyos propietarios quieran seguir manteniendo la estética vintage de sus Mini pero con motores eléctricos.

En concreto, con un motor de 121 caballos de potencia que tendrá una autonomía de apenas 160 kilómetros. Evidentemente, no es un motor pensado para hacer kilómetros, sino más bien para dar la oportunidad a los amantes de estos clásicos de poder disfrutar de ellos en una segunda vida eléctrica.

Mini electrificados

En cuanto al precio, pese a que Mini no ha detallado nada al respecto, es importante tener en cuenta que este tipo de transformaciones de modelos vintage en eléctricos suelen rondar casi los 30.000 euros, por lo que no es evidentemente un procesa barato.

Eso sí, en Mini aseguran que este proceso tiene dos puntos muy a su favor. Por un lado, que el motor de combustión se extraiga de cada uno de los Mini será almacenado por si, en un futuro, el propietario quiere volver a contar con él. Por otro que, evidentemente, ninguno de estos cambios en los motores tendrá una afectación en cuanto al diseño y a la estética de estos populares utilitarios.