El Renault Clio sigue siendo uno de los referentes del segmento B y, tras varias décadas en el mercado, mantiene la esencia que lo convirtió en un icono de los años 90, pero con una propuesta mucho más actualizada. Su última generación combina un diseño moderno con una amplia dotación tecnológica y una gama mecánica versátil, situándose en una posición estratégica que le permite competir en precio con modelos como el Dacia Sandero o el MG3, pero superándolos en calidad percibida y atractivo.

Con unas dimensiones compactas que favorecen la agilidad en ciudad, el Clio ofrece un habitáculo bien aprovechado y un maletero de 391 litros, una cifra destacada para su categoría. La calidad de acabados y el cuidado por los detalles lo colocan un paso por encima de sus rivales más económicos, sin que ello suponga un coste prohibitivo. La oferta actual parte desde unos 15 800 euros, lo que lo convierte en una opción muy competitiva frente a alternativas de menor dotación o acabados más básicos.

En el exterior, el modelo luce un frontal afilado con la nueva firma lumínica de la marca, faros LED de serie y una parrilla rediseñada que aporta mayor presencia. Las proporciones equilibradas y las líneas fluidas contribuyen a una imagen elegante y dinámica. En este sentido, Renault ha logrado mantener un aspecto distintivo sin recurrir a elementos excesivos, transmitiendo solidez y modernidad.

Mecánicas adaptadas a distintos perfiles de uso

La gama mecánica del Clio ofrece soluciones para todo tipo de conductores. La versión de acceso equipa un motor de gasolina turboalimentado de tres cilindros con 90 CV, suficiente para un uso urbano y desplazamientos interurbanos ocasionales con consumos ajustados. Para quienes buscan un coste por kilómetro más bajo y la etiqueta ECO, está disponible una variante bifuel gasolina/GLP con 100 CV, que amplía la autonomía y facilita el acceso a zonas de bajas emisiones.

 

Ambas opciones se asocian a una caja de cambios manual, con desarrollos bien escalonados para equilibrar respuesta y eficiencia. La suspensión, orientada al confort, mantiene un buen control de la carrocería y filtra adecuadamente las irregularidades, lo que lo hace apto para viajes largos sin fatiga excesiva.

El acabado de acceso, denominado Generation, incluye de serie un conjunto de elementos que cubren las necesidades esenciales sin comprometer la seguridad o la conectividad. Entre ellos destacan los faros LED automáticos, control de crucero, lector de señales, alerta de cambio involuntario de carril, cámara de visión trasera, sensores de aparcamiento delanteros y traseros, sistema multimedia compatible con Android Auto y Apple CarPlay, radio digital y llantas de aleación de 16 pulgadas.

Lo destacable en este caso es que Renault ha conseguido mantener un precio ajustado sin renunciar a un diseño atractivo, un buen nivel de acabados y un equipamiento generoso. El Clio no solo compite en coste con modelos más básicos, sino que los supera en refinamiento, comportamiento y calidad percibida, consolidándose como una de las compras más equilibradas dentro de su categoría.