Marcas como Peugeot, Opel, Seat o Kia puede presumir de ser algunas de las opciones más vendidas tanto en nuestro país como en buena parte de los mercados europeos, entre otras cosas porque son marcas generalistas que siempre han podido presumir de tener una muy buena relación calidad precio en todos y cada uno de sus modelos.

Eso sí, no es que sea precisamente ningún secreto que los últimos tiempos, a raíz de algunas crisis y de la inflación generalizado a nivel mundial, los precios de los coches nuevos al aumentado de forma notable, por lo que ya empiezan a ser bastantes los conductores que deciden dejar de lado marcas generalistas y apostar por marcas low-cost o directamente por marcas que llegan desde China con productos realmente muy difíciles de batir por precio por parte de las marcas europeas, americanas o japonesas.

 

En el caso del fabricante francés, tan solo hace falta bucear un poco por su catálogo de productos para darse cuenta de que algunas de las mejores versiones de algunos de sus mejores modelos acaban teniendo un precio que hace no muchos años bien podían tener algunos de los mejores modelos de marcas como Mercedes, BMW y Audi.

Pero seguramente lo más sorprendente es lo que ocurre en Francia, un mercado en el que el Peugeot más caro de todos no es ni un compacto ni un SUV, sino una furgoneta que acaba teniendo un precio de más de 100.000 €.

El impuesto que dispara el precio del Peugeot Traveller en Francia

Este caso se trata del Peugeot Traveller, una furgoneta perfecta para aquellas familias que necesitan mucha capacidad de carga y mucha habitabilidad y que tiene un precio de partida que se queda por debajo de los 55.000 €.

 

El problema en este caso es que en Francia han introducido recientemente un nuevo tipo de impuesto que grava a los coches según su peso y sus emisiones. De esta forma, siendo evidentemente esta Traveller un modelo que supera los 1.600 kilos y tiene unas emisiones de casi 200 g/km, este impuesto encarece su precio entre 55.000 y 60.000 euros, lo que acaba provocando que su precio final sea de más de 100.000 €.

Un precio que evidentemente dejará este modelo fuera del mercado y que provoca que sean muchos los que vean en la versión eléctrica una alternativa interesante.