El nuevo Chery Fulwin X3L ha generado un impacto notable en su debut al combinar una estética claramente inspirada en el mundo del todoterreno clásico con una propuesta tecnológica moderna y un precio radicalmente inferior al de los modelos que evoca. Este SUV de diseño cuadrado y proporciones robustas entra en escena como una alternativa accesible para quienes buscan un vehículo con presencia, espacio y vocación aventurera, sin necesidad de acudir a marcas de gama alta.
Su diseño es uno de los aspectos que más llama la atención. La carrocería adopta líneas rectas, formas angulares y una silueta elevada que recuerda a los 4x4 tradicionales. La parrilla vertical, los pasos de rueda marcados y la combinación de molduras plásticas y superficies metálicas refuerzan esa imagen sólida, cercana a la de vehículos como el Land Rover Defender. A pesar de esta referencia estética, el Fulwin X3L no busca competir en capacidades todoterreno puras, sino ofrecer una reinterpretación urbana del estilo off-road, adaptado a las necesidades de la movilidad moderna.
Este modelo deriva de la misma plataforma que el iCar 03, aunque con una carrocería más larga y una batalla ampliada, lo que le permite ofrecer un habitáculo más espacioso y mayor versatilidad interior. El aumento de distancia entre ejes no solo mejora el confort de la segunda fila, sino que también amplía el espacio de carga y la percepción general de amplitud. El enfoque se mantiene en una configuración práctica, con cinco plazas bien aprovechadas y un maletero generoso.
Tecnología eléctrica y estilo aventurero
En el apartado mecánico, el Fulwin X3L se ofrece con configuraciones 100 % eléctricas y también en formato de autonomía extendida (EREV), una solución que permite circular en modo eléctrico durante una cantidad significativa de kilómetros antes de activar un pequeño motor térmico que actúa como generador. Esta tecnología ofrece la ventaja de reducir la ansiedad por la autonomía sin necesidad de recurrir a una infraestructura de carga constante. En sus versiones más capaces, el modelo puede alcanzar cifras superiores a los 200 kilómetros de conducción eléctrica, con una potencia combinada que llega hasta los 422 CV.
El interior mantiene una orientación funcional, con un diseño sobrio pero moderno. Las versiones más equipadas incorporan pantallas digitales de gran formato, conectividad completa, asistentes avanzados a la conducción y opciones de personalización. A pesar de su precio contenido, no renuncia a una dotación tecnológica acorde con las expectativas del mercado actual.
Lo destacable en este caso es que el Fulwin X3L logra captar parte del atractivo emocional de los grandes SUV icónicos, pero democratizando su acceso con un coste que, en algunos casos, puede llegar a ser cuatro veces inferior. Lejos de ofrecer una experiencia off-road extrema, este modelo representa una solución polivalente, eléctrica y visualmente impactante, pensada para quienes valoran el diseño, el espacio y la eficiencia sin caer en los elevados precios del segmento premium.