La Unión Europea quiere poner fin a los retrasos y obstáculos que dificultan el traslado de tropas y equipamiento a través de su territorio. Ante la escalada de tensión con Rusia y el crecimiento del gasto militar europeo, la Comisión Europea presentará un ambicioso plan para establecer un sistema de movilidad militar armonizado, conocido informalmente como “Schengen militar”. El objetivo es claro: garantizar que, en una crisis, los ejércitos europeos puedan desplazarse con rapidez y sin quedar atrapados en procedimientos administrativos o limitaciones logísticas.

Apostolos Tzitzikostas, comisario europeo de Transportes y Turismo, defiende que la defensa del continente depende tanto de los recursos militares como de la capacidad de hacerlos llegar a tiempo al lugar necesario. Según él, una red logística eficiente es esencial para asegurar una respuesta efectiva ante cualquier amenaza. Esta perspectiva ha impulsado una propuesta que busca corregir déficits que, hoy en día, todavía suponen un freno importante para las operaciones militares europeas.

Más facilidad para cruzar fronteras

Uno de los elementos centrales del plan es la simplificación de trámites para cruzar fronteras internas. Actualmente, las autorizaciones para mover unidades militares de un país a otro pueden tardar semanas, incluso meses. La Comisión propone que cada Estado miembro designe una oficina única encargada de gestionar todas las peticiones relativas al transporte militar. Así se pretende poner fin a la actual fragmentación, en la que un solo movimiento puede requerir contactar múltiples ministerios y autoridades.

Además, Bruselas quiere establecer plazos máximos para responder a las solicitudes. En tiempo de paz, los países tendrían tres días para aprobar o rechazar el paso de tropas. Pero, en caso de emergencia declarada por el Consejo a propuesta de la Comisión, el proceso debería reducirse a unas pocas horas, y los estados, en principio, no podrían denegar el paso. Esta excepción ha abierto un debate particular en aquellos países con neutralidad militar, como Austria, Irlanda, Malta o Chipre, especialmente el primero por su importancia geoestratégica.

Reforzar y modernizar infraestructura

El proyecto también incluye la creación de un fondo de solidaridad para movilidad militar. Inspirado en los mecanismos europeos de protección civil, este instrumento permitiría disponer de medios como trenes, ferris o aviones estratégicos que podrían utilizar los estados en caso de necesidad urgente. El fondo se financiaría parcialmente con contribuciones voluntarias.

Una parte importante del plan se centra en la adaptación de la infraestructura europea. Muchos puentes, túneles, carreteras y redes ferroviarias no soportan el peso o las dimensiones del material militar moderno. La Comisión afirma que no es necesario construir grandes obras nuevas, sino reforzar y modernizar infraestructuras existentes. Se han identificado más de 500 proyectos prioritarios –cuyos detalles se mantienen confidenciales por motivos de seguridad– que se podrían ejecutar con rapidez y que están coordinados con las necesidades de la OTAN.

Esta iniciativa llega después de un informe crítico del Tribunal de Cuentas Europeo que denunciaba infrafinanciación y numerosos cuellos de botella. Bruselas responde con una propuesta de presupuesto reforzado para el período 2028-2034, que multiplicaría por diez los fondos actuales, hasta los 17.000 millones de euros. En total, la Comisión calcula que el esfuerzo para modernizar la movilidad militar podría requerir hasta 100.000 millones, sumando recursos nacionales y europeos.