Ucrania no se detiene ni contra la corrupción ni contra los espías. El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, está decidido a demostrar a la Unión Europea y a la comunidad internacional que su lucha contra la corrupción no es una broma. Y también está decidido a llegar hasta el final para defender las fronteras del país. Tan es así que, incluso en medio de una guerra, el Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU) pone el foco en varios campos. De esta manera, ha desarticulado en la provincia de Nicolaiev del sur del país "una de las redes de agentes más importantes" rusos descubrimientos en territorio ucraniano desde el comienzo de la invasión militar rusa de Ucrania el 24 de febrero del año pasado.

A la operación, el servicio secreto ucraniano ha detenido a trece residentes en la región de Nicolaiev que trabajaban presuntamente como "informadores" del Servicio Federal de Seguridad ruso (FSB), según ha informado este martes el SBU en un comunicado. Según la investigación, los agentes transmitían al servicio secreto ruso informaciones sobre la localización de las bases y de los movimientos de las Fuerzas Armadas de Ucrania al sur del país.

Además, los detenidos habrían ayudado a Rusia con detalles sobre los efectos de sus ataques para que las fuerzas del Kremlin afinaran la puntería en nuevas rondas de bombardeos "sobre infraestructuras residenciales y sociales" de Nicolaiev. Uno de sus encargos, dice el comunicado del SBU que recoge Efe, fue suministrar información en Rusia para un ataque perpetrado al otoño del 2022 con un misil S-300 contra un edificio de varias plantas de la ciudad de Nicolaiev, capital de la región del mismo nombre.

Al ataque murieron siete personas, entre ellas un menor. Según el SBU, los supuestos agentes pasaban la información a un bloguero ruso, Serguei Lebédiev, que ejercía de "enlace" con el FSB. Lebédiev colabora con la agencia de noticias rusa RÍA Nóvosti desde los territorios ocupados por Rusia en la provincia de Ucrania oriental de Donetsk.

El alcalde de la ciudad ucraniana de Sumi, señalado por corrupción

El alcalde de la ciudad ucraniana de Sumi, que está situada en el nordeste del país y antes de la guerra tenía un cuarto de millón de habitantes, ha sido detenido con un responsable de infraestructuras públicas bajo acusaciones de haber recibido sobornos por valor de más de 55.000 euros. La detención del primer concejal, Oleksandr Lisenko, ha sido anunciada por la Fiscalía Anticorrupción, que lleva el caso junto con la Oficina Anticorrupción de Ucrania con el apoyo operativo del Servicio de Seguridad de Ucrania.

Los dos sospechosos fueron detenidos este lunes mientras recibían una de las personas que se beneficiaba de la trama de corrupción el equivalente a unos 40.000 euros, que sería parte del total que se le imputa. Según la Fiscalía Anticorrupción ucraniana, el alcalde Lisenko y su subordinado habrían recibido estos sobornos a cambio de favorecer una empresa de recogida de desperdicios domésticos.

Los esfuerzos de Ucrania contra la corrupción

Las autoridades ucranianas luchan contrarreloj contra la corrupción a las instituciones públicas y los círculos empresariales del país. Uno de los objetivos de estos esfuerzos es cumplir los requisitos fijados por la Unión Europea para que los estados miembros acepten abrir negociaciones a final de este año, cuando los 27 tienen que decidir si Ucrania ha emprendido con éxito las reformas que se le piden.

Un documento interno del Gobierno norteamericano filtrado en la publicación europea Politico identifica la corrupción a alto nivel como una amenaza para el apoyo occidental a Ucrania, que podría enajenar a algunos de los aliados de Kyiv si no se combate con más eficacia.