El movimiento de Ciudadanos Descontentos (ANO), del populista Andrej Babis, también conocido como el Trump checo por sus negocios y su estilo político, ha ganado con claridad las elecciones legislativas en Chequia este viernes y sábado, con cerca del 37% de los votos, por delante de la gobernante coalición Spolu (Juntos) del primer ministro, Petr Fiala, con casi el 22%. Con el 99,6% de las papeletas escrutadas este sábado, el partido del magnate y exprimer ministro Babis obtiene 80 de los 200 escaños en el Parlamento, ocho más que hasta ahora, frente a los 52 diputados de la alianza de centro liberal del jefe de gobierno en funciones, que pierde 19 parlamentarios respecto a 2021. Tercero es el partido de los Alcaldes (Stan), socios del actual gobierno, con el 11,2% de los votos y 22 escaños, ante el partido de los Piratas, que obtienen el 8,9% de los votos y 18 escaños, lo cual supone que Spolu y sus posibles socios de centro liberal no conseguirían superar los 101 escaños necesarios para una mayoría parlamentaria. El quinto partido más votado ha sido el prorruso y xenófobo SPD, del extremista checo-japonés Tomio Okamura, que ha obtenido el 7,8% de los apoyos y 15 escaños, insuficientes para asegurar a *Babis una mayoría parlamentaria, que tendrá que contar con el antisistema Motoriste (Motoristas), que obtendría 13 escaños. Por su parte, la coalición de extrema izquierda euroescéptica y prorrusa Stacilo (¡Basta!), no habría llegado al 5% necesario para obtener representación en el parlamento, así como cabe otra formación de izquierda.

Con más del 80% escrutado, el partido de Babis se vuelve a erigir como vencedor en las elecciones legislativas, pero esta vez lo ha hecho de forma más clara que ahora hace cuatro años y podrá gobernar con el apoyo de sus socios de extrema derecha. La primera legislatura del magnate al poder, entre el 2017 y el 2021, estuvo marcada por la gestión de la pandemia, pero también por las acusaciones de conflicto de intereses por las actividades empresariales y políticas. Y es que el candidato a la presidencia del gobierno checo es uno de los hombres más ricos del país, propietario de la empresa Agrofert, un conglomerado agrícola que domina el mercado en la República Checa y tiene amplios negocios a Europa, y que todavía tiene investigaciones abiertas. Con estos resultados y con este reparto de escaños, Babis necesita tanto al SPD como a Motoriste para formar un gobierno estable para los próximos cuatro años. "Definitivamente, negociaremos con el SPD y con los Motoristas y buscaremos un gobierno monocolor dirigido por ANO", ha manifestado el magnate ante sus seguidores después de confirmarse su victoria, el resultado de la cual ha calificado de "histórico". "Queremos que la República Checa sea el mejor lugar de la Unión Europea para vivir", ha asegurado el ganador.

Menos apoyo a Ucrania y más euroescepticismo

Si bien el mismo Babis no es considerado como un político prorruso, su campaña ha sido marcada por la propuesta de reducir el apoyo y las ayudas en Ucrania y los ciudadanos ucranianos refugiados en la República Checa, país que acogió un número importante (unos 360.000), para centrarse más en las necesidades de los checos, que han sufrido una importante subida de los precios por la inflación y recortes presupuestarios bajo el gobierno del liberal Peter Fiala. A lo largo de la campaña ha prometido una rebaja de impuestos, así como la rebaja de la edad de jubilación, al mismo tiempo que subirá las pensiones y dará ayudas sociales a diferentes colectivos. También ha dejado claro su rechazo a las políticas ecologistas y a la inmigración, así como contra los "dictadores de Bruselas", a pesar de que los expertos auguran una posición más pragmática en cuanto a Europa.