El Tribunal Supremo de Estados Unidos ha ordenado a la administración de Donald Trump suspender la deportación sumaria de más inmigrantes venezolanos. El gobierno estadounidense iba a trasladarlos a El Salvador para ser encarcelados en la prisión de máxima seguridad Cecot, como ha hecho hasta ahora con más de 200 inmigrantes en situación irregular valiéndose de una ley de 1798 contra "enemigos extranjeros" que hasta ahora solo se había usado en tiempos de guerra. Este nuevo grupo a la espera de deportación, acusados de formar parte de la organización criminal Tren de Aragua, se encuentra retenido en un centro de detención Bluebonnet, al norte de Texas.
"Se ordena al Gobierno no trasladar a ningún miembro de la supuesta clase de detenidos desde Estados Unidos hasta nueva orden de este Tribunal", asevera el fallo del Tribunal Supremo, dictado con una mayoría amplia de siete votos (cuatro conservadores y tres progresistas) y solo con el voto contrario de los magistrados conservadores Clarence Thomas y Samuel Alito. La decisión del alto tribunal americano surge tras una causa exprés impulsada por los abogados de la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles. "Nos sentimos profundamente aliviados de que el Tribunal haya bloqueado temporalmente las deportaciones, porque estas personas corrían peligro inminente de pasar el resto de sus vidas en una brutal prisión salvadoreña sin haber tenido jamás el debido proceso", ha expresado la asociación.
El alto tribunal emplaza así a pronunciarse al Tribunal de Apelaciones del Quinto Circuito y, después, al fiscal general para presentar una propuesta ante el Supremo. La situación estaba hasta ahora bloqueada en este tribunal de apelaciones del Quinto Circuito porque el Supremo había dictado previamente que las órdenes judiciales contra las deportaciones solo podían venir de los tribunales con jurisdicción donde se encontraran los inmigrantes detenidos, en este caso de Texas. Ahora, el Supremo les da vía libre para pronunciarse.
Deportaciones sumarias hacia El Salvador avaladas, con matices
Con todo, este abril el mismo Supremo de Estados Unidos avalaba, si bien dividido, las deportaciones sumarias de Trump mediante la ley de Enemigos Extranjeros de 1798. De esta manera, el alto tribunal estadounidense derogó este lunes la orden del juez federal James Boasberg que bloqueaba las deportaciones desde el pasado 15 de marzo. No obstante, el Supremo añadió un matiz: señala que los detenidos y sujetos a órdenes de expulsión tienen derecho a ser notificados y a la oportunidad de impugnar su deportación con "un tiempo razonable".
Cacería de Trump contra la inmigración irregular
Trump, que ha desplegado una implacable y a veces indiscriminada ofensiva contra la inmigración irregular con decenas de cacerías y detenciones, ha asegurado que la banda Tren de Aragua, a la que acusa de haberse infiltrado en el Gobierno de Nicolás Maduro, está invadiendo el país. Por ello, invocó el 15 de marzo la ley de Enemigos Extranjeros, norma de 1798 no usada desde la Segunda Guerra Mundial, que permite expulsar a extranjeros sin una vista judicial previa. Ese mismo día, pese a la orden judicial de Boasberg, tres aviones fletados por el Gobierno estadounidense despegaron de Texas y entregaron a unos 200 venezolanos que fueron encarcelados en el Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecot), la prisión salvadoreña de máxima seguridad, con la colaboración del presidente de El Salvador, el derechista Nayib Bukele. Entre ellos estaba el polémico caso de Kilmar Ábrego, deportado pese a tener estatus legal en el país, en el que residía desde hace más de una década, y sin antecedentes penales.