Els Hostalets (cuello de la Panadella), 30 de diciembre de 1609. Hace 416 años. 400 bandoleros a caballo, de la facción señorial nyerra, armados con pedreñales, arcabuces y bombardas y liderados por Pere Barba dels Carbonells "Barbeta", asaltaban un convoy de moneda de la Corona que se dirigía a Barcelona, Génova y Flandes para pagar las soldadas atrasadas de un año de los Tercios. Aquel convoy, custodiado por 250 soldados y que transportaba tres millones de ducados castellanos (el equivalente a unos cien millones de euros) nunca llegó a su destino. La preparación del operativo, el asalto al convoy, la masacre de soldados (a partir del principio de que los muertos no hablan) y el reparto del botín explican la arquitectura de un sistema de corrupción creado y desarrollado por las más altas esferas de la monarquía hispánica. El origen de la corrupción hispánica.

¿Quién es quién? Lerma
En 1609, Francisco Gómez de Sandoval, duque de Lerma, era el primer ministro. El rey Felipe III había renunciado a gobernar y había delegado todo el poder en Lerma. Durante su gobierno (1598-1618), la monarquía hispánica entraría en una formidable crisis, causada por el agotamiento de las minas de metales americanas. Pero esto no le supondría ningún impedimento para desplegar su aparato de corrupción. Lerma es el inventor de la burbuja inmobiliaria. En 1601, convenció al rey para trasladar la capital a Valladolid. Previamente, había adquirido unos caserones que vendería, a un precio muy superior, a la aristocracia cortesana. Mientras tanto, adquiriría los palacios de Madrid a precio de saldo. Y en 1606, haría lo propio, pero al revés, y les vendería sus antiguos palacios madrileños a un precio desorbitado. Nunca les recompró los caserones de Valladolid.

¿Quién es quién? Franqueza
Pere Franquesa fue el secretario y colaborador de Lerma en la construcción y el despliegue del gran entramado de corrupción (1590, Lerma es virrey de València – 1609, la caída política de Franquesa). Durante los años en los que tuvo responsabilidades de gobierno (1590-1609), coincidiendo con el estallido de la crisis de los metales americanos, Franquesa —naturalizado castellano (desde 1577), protegido por Lerma y llamado Franqueza (con "z")— acumularía un gran patrimonio con prácticas fraudulentas y delictivas (uso de información privilegiada y chantaje para adquirir a precio de saldo grandes propiedades de la aristocracia conspiradora o arruinada). Poco antes de su caída política (1609), era la tercera fortuna patrimonial de los estados peninsulares de la monarquía hispánica, solo por detrás del rey y de Lerma.
¿Quién es quién? El eje Fernández de Córdoba-Lope de Vega-Vicent Garcia-Roca d'Oristà
A principios de 1609, la crisis se cobró una víctima de primera categoría. Franqueza, un eslabón neutro (él nunca ejerció como catalán), fue destituido, detenido, encarcelado, juzgado y confiscado. La primera parte de aquella trama (Franqueza, encarcelado y confiscado) ya se había completado, y, a continuación, se ponía en marcha la segunda parte. Luis Fernández de Córdoba, duque de Sessa y ministro del gobierno de Lerma, informaría a su secretario Félix Lope de Vega, el escritor, que se preparaba un convoy secreto —oficialmente con destino a Flandes— con una carga de tres millones de ducados castellanos confiscados a Franqueza. La misión de Lope era informar a su amigo, el también escritor Vicent Garcia, rector de Vallfogona, quien tenía una relación muy estrecha con el bandolerismo nyerro y que lo pondría en conocimiento de Pere Roca d’Oristà.

El asalto al convoy
El resto de la historia es bien conocida. Los bandoleros catalanes emboscaron el convoy en medio de unas llanuras, donde los soldados hispánicos no tenían ninguna posibilidad. Y es a partir de ese momento cuando se hace evidente toda la arquitectura de la trama. En ese operativo, dirigido por "Barbeta", está la presencia de Pere Roca d'Oristà "Rocaguinarda", el gran capitán nyerro, que comanda la operación desde la sombra. Roca d'Oristà, a quien el rector de Vallfogona llama "el millor pillard del cristianisme", tenía una relación muy estrecha con los comendadores de la Orden de San Juan del Hospital (el último reducto del feudalismo en Catalunya) y con… ¡oh, sorpresa!, Dalmau de Queralt, conde de Santa Coloma y padre del virrey que en 1640, con el estallido de la Revolución de los Segadores, sería asesinado por su postura prohispánica. Se cierra el círculo.

¿Cómo se repartió el botín?
Muy probablemente, el reparto del botín ya se había pactado con antelación: el eje Lerma-Fernández de Córdoba-Lope de Vega-Vicent Garcia-Roca d'Oristà-Dalmau de Queralt. La investigación historiográfica aún no ha resuelto cómo se distribuyó el botín del golpe considerado "el tren de Glasgow del bandolerismo catalán". Pero sí sabemos que posteriormente al asalto se realizaron obras de ampliación en algunos castillos propiedad de familias terratenientes. Y también sabemos que las autoridades hispánicas, el virrey Héctor de Pignatelli, duque de Monteleone, pactarían la salida del escenario de los principales cabecillas bandoleros. Roca d'Oristà aceptaría un cargo de capitán de los Tercios hispánicos en Nápoles, y "Barbeta" sería discretamente ocultado en Roma, aunque en el momento en el que impuso una renegociación del botín, fue detenido, trasladado a Barcelona y ejecutado y descuartizado