Los independentistas del Scottish National Party (SNP) han revelado este sábado el borrador de la resolución que se debatirá en la conferencia especial de este mes de marzo, la cual tiene que definir el plan a seguir hacia el segundo referéndum de autodeterminación. Para sorpresa de algunos, finalmente los de la primera ministra, Nicola Sturgeon, contemplan dos posibilidades entre las que tendrán que escoger: un referéndum de facto (o plebiscitario) en las elecciones generales que se celebrarán antes del 2025 o, alternativamente, aprovechar los comicios escoceses de mayo de 2026 para hacer otras plebiscitarias. Además, el texto del borrador da más detalles sobre el funcionamiento de las plebiscitarias, como el porcentaje de apoyo mínimo para cantar victoria, todo ello sujeto a los cambios que proponga la militancia.

El anuncio no ha sido recibido positivamente por algunos sectores del movimiento independentista y muchos han criticado el partido para negarse a abandonar la vía que sigue dependiendo del consentimiento de Londres-- es decir, la 'legal'-- y acusan al SNP de hacerse atrás en el objetivo de alcanzar la autodeterminación y dilatar el proceso sin un rumbo concreto. Por otra parte, Alba, el partido del exprimer ministro Alex Salmond, ha rechazado esta estrategia y apuesta para disolver el parlamento de Holyrood y convocar el referéndum de facto el 19 de octubre, la fecha que Sturgeon fijó en un principio para la segunda consulta.

Opción 1: plebiscitarias en las generales británicas

En el texto aprobado este sábado por el Comité Ejecutivo Nacional del SNP y que se someterá al voto de la militancia en la próxima conferencia del partido, proponen una ruta que les dé "un mandato para entrar en negociaciones con el gobierno del Reino Unido para asegurar la independencia". Es decir, en ningún caso se plantean declarar la independencia unilateralmente e insisten en que siguen prefiriendo un referéndum. Más concretamente, apuestan por "plantear las próximas elecciones generales del Reino Unido como un referéndum de facto" en caso de que el gobierno británico siga bloqueando una consulta pactada. Para hacerlo, prevén "dejar claro" al electorado que quien los vote estará respondiendo 'sí' a la pregunta: "¿Escocia tendría que ser un país independiente?".

Con respecto al método para medir el apoyo, proponen que "si una mayoría [de los escoceses] vota el SNP –o si los votos combinados del SNP y de cualquier otro partido con el cual haya conseguido un acuerdo en pro de la independencia antes de las elecciones constituyen una mayoría de votos emitidos–, consideraremos que es un mandato para iniciar las negociaciones con el gobierno del Reino Unido con el fin de garantizar la independencia". Hay que recordar que la Constitución no-escrita del Reino Unido no requiere un referéndum para hacer efectiva la separación de uno de los países que la conforman, sino que la aprobación del Parlamento de Westminster.

Opción 2: otras plebiscitarias en Holyrood

Alternativamente, el borrador también incluye una propuesta que enmienda las promesas de Nicola Sturgeon. La opción 2 comporta "pedir a la gente que vote el SNP en [las próximas elecciones generales en el Reino Unido] para indicar el apoyo a un referéndum" de autodeterminación, y no directamente para la independencia. Otra diferencia es que se contarían el número de diputados que sacan en vez de los votos. Según este planteamiento, si el gobierno británico sigue rechazando las demandas de Escocia después de que hayan conseguido una mayoría independentista en las generales, "el SNP se presentará a las elecciones en el Parlamento Escocés de 2026 como un referéndum de facto". Los votos que reciban en estas segundas plebiscitarias sí que se plantearían como uno 'sí' a la independencia y les servirían como un mandato legítimo en las negociaciones con Londres. De cualquiera de las maneras, la futura hoja de ruta del SNP implica conseguir la aprobación del gobierno central.

La alternativa de Alex Salmond

Por otra parte, el partido de Alex Salmond ha celebrado una conferencia especial este sábado para trazar su propia estrategia hacia la independencia. Desde Alba se han mostrado partidarios de hacer cumplir la promesa de Sturgeon para celebrar el segundo referéndum el 19 de octubre de 2023 a través de unas plebiscitarias en el parlamento de Holyrood, donde consideran que tendrán más control sobre la narrativa de la campaña. Además, creen que les será más favorable, porque los adolescentes de 16 y 17 años también pueden votar, de la misma manera que los ciudadanos europeos, y aseguran que el sistema electoral escocés será más justo y claro para medir el apoyo real a la causa.