La primera ministra de Escocia, Nicola Sturgeon, ha anunciado este martes al Parlamento que convocará una consulta unilateral y no vinculante de independencia para el 19 de octubre de 2023. Sturgeon ha manifestado que "el mandato democrático del pueblo escocés es bien claro" y, ante la negativa del primer ministro del Reino Unido de celebrar este referéndum, cree que Escocia no se puede permitir que su democracia "esté encarcelada" por la falta de voluntad de Johnson de no aceptar la transferencia de competencias que permitiría que los escoceses pudieran convocar una votación vinculante. Así pues, se hará sin la autorización de Londres. Justamente es esta falta de potestad legislativa para albergar una votación de este tipo la que hace que Sturgeon recurra a la alternativa, que es la de un referéndum "de carácter consultivo".

Esta declaración de Nicola Sturgeon se enmarca en la intervención que tenía programada este martes ante el Parlamento de Edimburgo, en la que tenía que explicar la actualización de la hoja de ruta del país para avanzar hacia la independencia. En los últimos días, ya se especulaba que explicaría cuáles serían las fases a seguir para poder celebrar un nuevo referéndum en el 2023, incluso sin el consentimiento de Londres "si fuera necesario". Este mes de junio, Sturgeon ha impulsado la necesidad de una Escocia independiente porque sostiene que "hay un mandato democrático nítido" en este sentido. El lunes, la primera ministra escocesa ya había declarado a los medios que "el argumento para celebrar un referéndum es tan democrático como independentista". De hecho, hay que recordar que en las elecciones legislativas del pasado mayo de 2021, el Partido Nacionalista Escocés (SNP, por sus siglas en inglés) obtuvo un 47,7% de los votos y se quedó a un escaño de la mayoría absoluta, que está en 65 diputados.

El referéndum de 2014

Si bien esta nueva votación, por ahora, tendrá un carácter "consultivo"; el año 2014 se celebró un referéndum vinculante de independencia en el territorio escocés, fruto de un acuerdo entre su ejecutivo y el gobierno del Reino Unido, entonces liderado por David Cameron. La votación tuvo lugar el 18 de septiembre de 2014 y contó con la participación del 84,6% de los electores escoceses. En aquella convocatoria, el 'no' a la independencia fue la opción ganadora con un 55,3% de los votos; en tanto que el 'sí' contó con el 44,7% de los apoyos.

Desde entonces, el apoyo al SNP ha ido creciendo y varios sondeos han señalado que el 'sí' a la independencia sería la opción ganadora. En este contexto, Sturgeon se presentó a los comicios de 2021 prometiendo que se avanzaría en esta línea y reiterando el compromiso de celebrar un nuevo referéndum, con o sin el acuerdo de Downing Street. Hasta el momento, Johnson se ha encerrado en banda y este mismo fin de semana, el secretario de Estado para Escocia, alertaba en una entrevista en la BBC que "todo lo que está relacionado con asuntos constitucionales está reservado al Parlamento británico".

Johnson: "Ahora es el momento de tratar los problemas que importan a la gente"

El primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson, ha reaccionado al anuncio de la consulta y ha afirmado que "ahora es el momento de tratar los problemas que realmente importan a la gente". "Tanto nuestra prioridad como la del gobierno escocés tendría que ser trabajar juntos en un enfoque implacable en los problemas que importan a la gente", aseñalan desde el ejecutivo británico, dejando claro que son contrarios a esta votación y que quieren esperar al pronunciamiento del Tribunal Supremo sobre la legalidad de esta consulta que plantea Escocia.