El portavoz del Ministerio de Defensa ruso, Ígor Konaixénkov, ha confirmado el bombardeo perpetrado por las fuerzas leales a Bashar Al Assad en Khan Shaykhun este martes. Así y todo, ha negado el uso de armas químicas en el ataque, alegando que las bombas cayeron sobre una fábrica donde supuestamente los rebeldes fabricarían armas químicas para entregar a las milicias del Iraq.

"Según los sistemas de monitorización aeroespacial de Rusia, este martes, entre las 11:30 y las 12:30 horas (hora local), la aviación siria llevó a cabo un bombardeo en los alrededores de Khan Shaykhun contra un almacén de munición de los terroristas", ha dicho el portavoz. Según ha explicado la agencia rusa Itar Tass, "estas instalaciones contenían fábricas para producir proyectiles cargados con agentes tóxicos".

Konaixénkov ha manifestado además que estos proyectiles serían similares a los utilizados por grupos rebeldes en la localidad de Alepo.

El terrible ataque químico en la provincia de Idlib (Siria), que ha provocado la muerte de al menos 100 personas

Al mismo tiempo, ha afirmado que Rusia ha entregado la información sobre el incidente a la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPCW), tildando de "falsa" la información sobre un ataque químico por parte del Ejército sirio.

De esta manera, los ejércitos enfrentados al territorio se acusan mutuamente de tenencia de armas químicas sobre el terreno. Konaixénkov apunta que "los vídeos compartidos en las redes sociales muestran que los afectados en Khan Shaykhun muestran los mismos síntomas de envenenamiento que las víctimas del ataque del pasado otoño en Alepo".

Según el balance proporcionado por la Unión de Organizaciones de Asistencia Médica y de Socorro (UOSSM), al menos cien personas han muerto y unas 400 han sido atendidas con síntomas de asfixia después del supuesto ataque químico.

El Ministerio de Exteriores sirio ha negado la implicación del Gobierno en el presunto ataque químico de este martes, y ha afirmado que se trata de acusaciones inventadas" para entorpecer "la lucha contra el terrorismo" que se entrega al país.

Asimismo, ha vinculado las acusaciones con la reunión que tendrá lugar este jueves en Bruselas para hablar precisamente del futuro de Siria y de las necesidades humanitarias. Según Damasco, el objetivo sería "lanzar un ataque contra el país y justificar las resoluciones hostiles que se adoptarán en este encuentro".