Centenares de personas se han manifestado este sábado por toda Escocia para protestar contra la visita del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump. A escasos metros de la sede del gobierno del país, delante del consulado estadounidense de Edimburgo, unas 1.500 personas se han concentrado en un acto convocado por una coalición formada por sindicatos, colectivos feministas, grupos climáticos y entidades de solidaridad con Palestina. Los manifestantes exhibían pancartas con mensajes como "Trump no es bienvenido", "Haz que América piense otra vez" (Make America Think Again), "Detengamos a Trump" o "Donald Trump es un dictador", y también izaban banderas palestinas acompañadas de alusiones al escándalo Epstein.

Protesta anti-Trump en Edinburg / Europa Press
Protesta anti-Trump en Edimburgo / Europa Press

Mientras tanto, Trump, acompañado de su hijo Eric y del embajador estadounidense en el Reino Unido, Warren Stephens, se encontraba en el campo de golf de Turnberry, una propiedad histórica que su familia adquirió en 2008. Allí mismo recibirá a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, este domingo para negociar sobre los aranceles. Durante la concentración, los oradores han aprovechado para criticar también al primer ministro británico, Keir Starmer, por haber impulsado un acuerdo comercial con los Estados Unidos que pretendía esquivar los aranceles impuestos sobre las importaciones del Reino Unido. La protesta forma parte de una movilización coordinada con otras ciudades, donde activistas medioambientales, contrarios a la guerra de Israel contra Hamás y grupos pro‑Ucrania conformaban la Coalición Stop Trump.

Trump en el campo de golf de Turnberry
Trump en el campo de golf de Turnberry / EFE

"Esta visita privada se anunció con menos de dos semanas de antelación. Aun así, hemos conseguido reunir una coalición diversa para mostrar que Trump no es bienvenido en Escocia", ha afirmado a la agencia EFE Jack Nevin, uno de los organizadores de la protesta celebrada delante del consulado norteamericano en Edimburgo. Sobre la posibilidad de que el magnate mantenga reuniones con Starmer y con el jefe del gobierno escocés, John Swinney, Nevin ha ironizado: "Calificar eso de visita personal estira este término hasta el absurdo".

Por su parte, Louise Brown, una manifestante venida desde Newcastle, ha asegurado que el presidente de los Estados Unidos "es un delincuente convicto que no respeta los derechos de las mujeres", y ha cargado contra el primer ministro británico por haber cambiado de posición delante de Trump: "Cuando estaba en la oposición lo rechazaba y ahora lo recibe con los brazos abiertos". En la misma línea, Salomé Serrano, venezolana residente en Escocia, ha explicado que su familia política, refugiada en los Estados Unidos, todavía no ha podido regularizar su situación porque "Trump ha creado un sistema inestable y arbitrario que castiga a los inmigrantes".

En la ciudad de Aberdeen, en el nordeste de Escocia, otra concentración ha congregado a centenares de personas en el centro urbano, junto a la estatua de William Wallace. La protesta ha incluido intervenciones de activistas medioambientales, defensores de los derechos de las personas trans y de la diputada del Partido Verde Escocés Maggie Chapman, que ha denunciado la presencia de Trump como una provocación inaceptable. Entre los manifestantes había quien llevaba banderas palestinas, así como un participante disfrazado del presidente norteamericano con una gran cabeza de cartón. Según los organizadores, se esperan nuevas movilizaciones por todo el país durante los próximos días, especialmente el martes, cuando Trump tiene previsto inaugurar un segundo campo de golf dentro de su complejo de lujo Trump International.