Chipre forma parte de la Unión Europea desde el 2004, pero su ingreso en el club de los 27 no fue fácil. La isla se sitúa en el sur de Turquía y tiene unos 700.000 habitantes. Chipre también es conocida como isla y país dividido entre los turcos y los griegos. Y establecer líneas de cooperación en este contexto es complicado. Sobre todo porque, a pesar de ser estado miembro de la UE, los tratados europeos están suspendidos en la zona de ocupación turca, es decir, la República Turca del Norte de Chipre, solo reconocida por Turquía. Pero si hay una cosa que une a unos y otros es el queso halloumi.

Antes de que la Comisión Europea registrara como denominación de origen protegido, el halloumi había sido motivo de discordia entre la comunidad griega y turca de Chipre durante años. Igual que otros productos que reclaman los dos, como los dulces sοutzoukos / sucuk lokum. Las dos partes discrepan sobre el origen de este tipo de queso. Pero tal como recoge el Osservatorio balcani e caucaso, las razones de la disputa no son únicamente impulsadas por la cultura, sino que también hay razones económicas. En términos financieros, la parte griega de Chipre tenía el monopolio muy lucrativo del negocio del halloumi, haciendo uso del mercado de la UE.

El halloumi, el queso que rompe fronteras

Según datos de la UE, el año 2019, el sur de Chipre exportó 33.000 toneladas de halloumi a la UE. Este mismo portal constata que estos datos se verán afectados por el Brexit, ya que el Reino Unido, antigua potencia colonial en Chipre, fue de largo el consumidor más importante de toda la Unión. Según las cifras publicadas en el Financial Times (16.04.2021), "en el 2019, el último año completo de la pertenencia del Reino Unido en la UE, el país representó el 53% de todas las importaciones del bloque de quesos chipriotas por volumen".

La Comisión, sin embargo, decidió ayudar en la parte norte de Chipre, abriendo la posibilidad de hacer negocios dentro del bloque, los fabricantes de la parte griega vieron este movimiento como una amenaza. La UE, sin embargo, quiso dejar claro que no lo era compartiendo unas estadísticas que demostraban que el mercado global es lo bastante amplio para absorber la producción tanto del norte como del sur de la isla. Además, la Comisión prevé obligar en la parte turcochipriota de la isla a cumplir también las normas de seguridad e higiene alimentaria, y también las exportaciones lecheras y la calidad de la producción. Estos esfuerzos apaciguan las antiguas afirmaciones de los grecochipriotas que el halloumi producido por fabricantes turcochipriotas podría ser de menor calidad, lo cual perjudicaría la reputación general del producto, destaca el mismo observatorio.

ensalada queso halloumi pixabay
Ensalada con queso halloumi / Pixabay

Y es que la parte turca también habría puesto de manifiesto sus preocupaciones. La apertura de mercado, resalta el portal, significaría que prácticamente el norte de Chipre, que no reconoce la pertenencia a la UE, ahora tendría que aceptar autoridad del gobierno de Chipre y la autoridad de la UE. Y eso, como no podría ser de otra manera, no ha sentado muy bien en la parte turcochipriota. De hecho, el ministro de Relaciones Exteriores del norte de Chipre, Tahsin Ertugruloglu, ha definido este intento de "vergonzoso" para "dominar la voluntad política de la República Turca del Norte de Chipre. Al mismo tiempo, los productos chipriotas del norte, tendrían que someterse a inspecciones privadas y hacer esfuerzos adicionales por cumplir con los estándares de la UE.

¿Pasos hacia la reunificación?

Comercio en el margen, en términos de simbolismo y connotación, la UE apuesta a que, por más que parezca, el χαλούμι / hellim cheese es un gran paradigma de práctica cultural compartida que pertenece a las dos comunidades y va más allá de la etnia o la religión. Halloumi no es ni griego ni turco, es puramente chipriota y sirve, por lo tanto, como símbolo de identidad compartida, fácilmente comprensible y aceptado por todo el mundo. Parece, pues, que podría servir de nexo de unión entre ambas comunidades. De hecho, el ministro de Relaciones Exteriores de Chipre, Nikos Christodoulides, dijo que este desarrollo era de "gran importancia" y podría promover la reconciliación en la isla al enviar "un mensaje claro" en esta dirección.

Tal como recoge el Osservatorio balcani e caucaso, fortalecer las relaciones entre los turcochipriotas y grecochipriotas es una prioridad para la Comisión Europea, que ha expresado varias veces la intención de facilitar y alcanzar la reunificación de la isla. Quién sabe si, además, el halloumi podría utilizarse como elemento de soft power –poder blando–. El concepto lo introdujo el geopolitólogo Joseph Nye y, en relaciones internacionales, el poder blando es un término usado para describir la capacidad de un actor político, como un Estado, para incidir en las acciones o intereses de otros actores usando medios culturales e ideológicos, con el complemento de medios diplomáticos. En otras palabras, quizás la próxima vez que el lector esté delante de una ensalada con queso halloumi, tal vez, además de degustarlo y saborearlo, piensa que tiene en frente una delicia chipriota. Y lo termina relacionando con la cultura y tradición del país.

 

 

Imagen principal: trocitos del queso halloumi en la parrilla / Unsplash