El presidente ruso, Vladímir Putin, no detendrá la guerra en Ucrania. Como mínimo, los hechos que se han ido sucediendo hasta ahora no muestran indicios. Con la llegada del invierno los objetivos en Ucrania, sin embargo, podrían cambiar. Rusia ha hecho un llamamiento por evacuar de civiles de la región de Jersón, podría ser considerado un aviso, pero podría ser también un indicativo de la intención de retroceder. Y es que Ucrania ha estado montando una contraofensiva, presionando y empujando contra las líneas rusas desde principios de septiembre.

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En este sentido, la idea de recapturar Jersón, ha cogido fuerza en las últimas horas. La expectación es máxima, pero la prudencia también. En un contexto de guerra, la incertidumbre es máxima. Podría ser solo con que Rusia estuviera preparando una defensa urbana de la ciudad, pero saber qué piensa Putin nunca no ha sido una tarea sencilla. La guerra casi hace ocho meses que dura. Ucrania busca avanzar, Rusia está a la espera de hacer algún movimiento que le permita 'desencallar' la situación.

A pesar de todo, Rusia tiene poder en el aire. El lunes pasado, la respuesta a la hundida del puente de Kerch fueron varios bombardeos en diferentes ciudades ucranianas. Entre ellas, claro está, Kyiv. Eso captó la atención, de nuevo, de la prensa de todo el mundo. Rusia, según destaca el The Guardian, podría estar quedándose sin misiles guiados. Funcionarios occidentales habrían dicho viernes que estaban de acuerdo con el hecho de que Moscú había agotado dos tercios de sus reservas. El mismo artículo señala que cada vez son más las pruebas que el Kremlin está utilizando sistemas reutilizados para la defensa aérea o para atacar objetivos terrestres.

Los nuevos objetivos de Putin: reventar la red eléctrica

En este contexto, los movimientos precisos y extremada y meticulosamente calculados, son clave. El margen de error es cada vez más pequeño. El nuevo giro de guion de Putin podría ser apuntar en la red eléctrica del país y otros servicios relacionados ahora que empieza el invierno y la "temporada de calefacción" del país. Un punto que tampoco pasa desapercibido al país, que ya han pedido a través de varios llamamientos que la gente reduzca el uso de la electricidad entre las 5 de la tarde y las 11 de la noche. En el último mes, ha habido problemas energéticos en Khàrkiv, Kíiv y Lviv.

Los drones como los Shahed-136 son más efectivos contra objetivos estáticos que contra ejércitos y, para Moscú, el impacto disruptivo en Ucrania puede ser más importante. Al mismo tiempo, Rusia querrá desesperadamente detener los avances de Ucrania a los diferentes territorios hasta que las lluvias de finales de otoño obliguen a hacer una pausa. El caso es que Rusia ha estado movilizando reclutas y posteriormente se ha ido sabiendo que habrían muerto en ciudades ucranianas, aparentemente bajo control ruso, con un entrenamiento mínimo o bien inexistente.

Precisamente por eso, se cree que ahora la intención de Putin podría ser otro y atacar a la infraestructura eléctrica y derivados. Y dejar así un país sin energía para pasar un invierno duro, frío y largo.

 

Imagen principal: soldados ucranianos en la ciudad de Kupiansk, en la región de Járkov / Efe