La guerra de Ucrania ha provocado varias crisis. La energética es una de ellas y, ahora que viene el invierno, coge más fuerza. Rusia ha utilizado desde el primer día sus exportaciones de energía contra Europa. Moscú ha recortado el suministro de gas como contramedida por las sanciones occidentales, pero la región ha podido acumular suficiente energía por este invierno.

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Europa se está desconectando de la fuente de energía más importante que tenía, hasta ahora, solo ocho meses después de que Rusia empezara la invasión de Ucrania. Ha reducido las importaciones de petróleo con el objetivo de frenar la capacidad de Moscú para financiar su guerra, mientras que Rusia ha cerrado gasoductos clave.

Europa se desconecta de Rusia para dejar de depender

La participación de Rusia en las importaciones de gas natural del bloque cayó del 36% el mes de octubre a solo el 9% en un año. Después, según muestran los datos de la firma de investigación Wood Mackenzie que recoge la CNN. Y las importaciones de la UE de petróleo han caído un 33% antes de la prohibición que entrará en vigor el mes de diciembre, según destaca la Agencia Internacional de Energía.

Europa está ahora bien encaminada para conseguir la misión de poner fin a la dependencia de los combustibles fósiles rusos el año 2027, y está aumentando las importaciones de Noruega y Argelia, y de gas natural licuado (GNL) de los EE.UU., para compensar. Las instalaciones de almacenaje de gas están llenas en un 91%, según Gas Infrastructure Europe, y se supera el objetivo fijado del 80%. "Putin fracasará en su intento de desestabilizar el orden económico, de la misma manera que fracasará en el campo de batalla en Ucrania". Así lo ha expuesto este miércoles el ministro de Economía alemán, Robert Habeck, en una rueda de prensa a Berlín, que recoge la misma publicación.

¿Qué pasará el año que viene?

Alemania, la potencia manufacturera de Europa, espera que su economía se contraiga un 0,4% el año que viene. "La dependencia en un sentido físico ya habrá desaparecido el año que viene". Ha dicho a CNN Business, Georg Zachmann, miembro principal de Bruegel, un grupo de expertos con sede en Bruselas. A pesar de todo, "solo se esperan precios razonables en Europa, en la segunda mitad de la década".

Incluso con el almacenaje de gas lleno cerca de su capacidad, la seguridad energética de la región sigue siendo precaria, con apagones y racionamientos de gas todavía posibles los próximos meses en caso de nuevas crisis de suministro y un invierno excepcionalmente frío, destaca la misma CNN.

¿Está garantizado este invierno?

Con las reservas de gas en un 90%, es probable que el bloque se enfrente a interrupciones en el suministro a principios del año que viene si Rusia decide interrumpir las entregas de gas restantes a partir de este mes, según un informe de julio de la Agencia Internacional de Energía.

Alexei Miller, director ejecutivo del gigante energético estatal ruso Gazprom, ha dicho miércoles que "no había garantía" de que Europa sobreviviera en invierno con las reservas actuales. Dijo que las existencias de Alemania solo cubrirían hasta 10 semanas de demanda. Reponer estas existencias el próximo año, ya se perfila como la próxima gran prueba de Europa.

De esta manera, aunque pueda parecer que las reservas de gas están cubiertas por este invierno, las informaciones podrían cambiar en función del comportamiento que acabe teniendo Rusia. Claro está, sin embargo, que la energía está siendo una moneda de castigo en Occidente para dar apoyo en Ucrania y para contrarrestar las sanciones que Europa habría impuesto en Rusia. En principio, según los datos, tener un 91% de reservas tendría que ser suficiente para pasar el invierno. Un invierno que se prevé frío y duro. Habrá que ver si se mantiene.

 

Imagen principal: presidente ruso, Vladímir Putin / Efe