¿Podría la lucha por Taiwán desencadenar una guerra nuclear? Sea como sea, Ucrania parece que ya no es el único lugar del planeta donde podría producirse un conflicto nuclear de estas características. En las últimas semanas, se está hablando cada vez más de la posibilidad de que Rusia pueda detonar armas nucleares sobre Ucrania. Sin ir más lejos, hace solo unos días Polonia pidió guardar armas nucleares de los Estados Unidos. ¿Pasitos hacia delante para probar la paciencia de Putin? Poco después se ha sabido que Bielorrusia y Rusia han acordado desplegar tropas de manera conjunta. Y es que el mes de febrero pasado, Bielorrusia abandonó su estatus de país no nuclear. Y eso quiere decir que Rusia podría utilizar este país para almacenar armas nucleares.

👤 La ambigüedad de la China sobre la guerra en Ucrania continúa: ahora pide diálogo

👤 Extrañas protestas en la China antes del congreso del Partido Comunista: ¿qué está pasando?

Bielorrusia abandona su estatus de país no nuclear: qué implicaciones tiene

Se cree, pues, que es posible que con el envío masivo de armas cada vez más potentes en Ucrania por parte de los EE.UU., las fuerzas rusas acaben sufriendo más las consecuencias y la amenaza de utilizar armas de este tipo pase a ser una realidad. Si fuera así, la guerra de Ucrania podría, claro está, coger otra dimensión.

¿Armas nucleares en una posible guerra en Taiwán?

A pesar de todo, Ucrania ya no es el único punto conflictivo del planeta en este sentido. Taiwán podría ser considerado el otro punto caliente. Los EE.UU. y China están participando en maniobras militares cada vez más provocativas y también hay un riesgo creciente que los movimientos de las dos superpotencias puedan desencadenar en un conflicto nuclear, según señala un artículo de The Nation.

Por ahora, ni las autoridades chinas ni tampoco las norteamericanas han amenazado de manera explícita de utilizar este tipo de armamento. Pero las relaciones no pasan por el mejor momento y están más bien tensas. La última vez que el presidente chino, Xi Jinping, y el presidente de los EE.UU., Joe Biden, hablaron por teléfono, el chino le dijo que no permitiera que la presidenta de la Cámara de representados, Nancy Pelosi, visitara la isla. Aunque cuatro días después se llevó a cabo la visita.

Después de esta reunión, China disparó 11 misiles balísticos en aguas próximas a la isla. Muchos creen, tal como resalta el artículo, que el bombardeo pretendía ser una demostración de la capacidad de Beijing para atacar barcos de guerra de los EE.UU. que se encontraran en la zona y que pudieran dirigirse hasta Taiwán en caso de bloqueo o bien de invasión a China. Pero no se quedó aquí. Unos días después, China envió más bombardeos con capacidad nuclear, justo al límite informalmente previamente respetado entre China y Taiwán.

De momento, Washington se lo mira de reojo. No ha desplegado todavía abiertamente armamento con capacidad nuclear de una manera tan descarada cerca del territorio chino. Ciertamente, sin embargo, ha enviado portaaviones y barcos de guerra con misiles guiados a la zona, hecho que indica su capacidad para lanzar ataques al continente, en caso de que se complique el asunto y se desencalle una guerra. Así, todo hace pensar que el mensaje implícito de las dos superpotencias es que una guerra nuclear sería posible. A pesar de todo, los medios norteamericanos no ponen tanto de énfasis como en la posibilidad de guerra nuclear en Ucrania.

Taiwán no quiere una guerra

Taiwán, sin embargo, no quiere ni oír hablar: la guerra entre Taiwán y China "absolutamente no es una opción". Así lo ha manifestado este lunes la presidenta de Taiwán, Tsai Ing-wen, al mismo tiempo que ha puesto de manifiesto su voluntad de hablar con Beijing y también se ha comprometido a reforzar las defensas de la isla, incluso con misiles de precisión.

Un conflicto entre ambos países podría fácilmente arrastrar los Estados Unidos, Japón y probablemente más países del mundo, destaca el mismo portal. Por lo tanto, que haya un conflicto abierto no interesa ni a China, ni tampoco al resto de países. Y es que además de crear una disputa de estas características, la economía global se vería muy perjudicada, sobre todo la posición dominante de Taiwán, que fabrica semiconductores, que se utilizan para todo: desde teléfonos inteligentes, hasta aviones de combate.

 

Imagen principal: aviones, con humo de los colores de la bandera del país, por la celebración de la fiesta nacional de Taiwán, el pasado día 10 de octubre / Efe