El toma y daca entre el grupo de mercenarios de Wagner y el gobierno de Vladímir Putin continúa. Después de que los mercenarios amenazaran con marcharse del frente y denunciaran la falta de munición, Wagner ha afirmado que la situación en el frente de Bajmut es "difícil", una afirmación que ha escandalizado a Moscú. El Kremlin tiene una línea muy estricta de negar cualquier fracaso de la invasión en Ucrania. "La situación general en el área de la operación militar especial está bajo control", ha sentenciado el ministerio de Defensa ruso, según recopila The Guardian. Todo esto ha molestado a los mercenarios a primera línea de fuego que han invitado al ministro ruso de Defensa, Serguéi Shoigú, a dejarse caer por el frente.

¿Cuáles son las implicaciones que Wagner sea catalogado como grupo terrorista?

La jefe del grupo de mercenarios rusos Wagner, Ievgueni Prigozhin, ha invitado al ministro Shoigú a visitar la ciudad ucraniana de Bajmut para valorar la situación en el terreno de primera mano. "Teniendo en cuenta la difícil situación operativa, así como sus muchos años de experiencia en operaciones de combate, le pido que venga al territorio de Bajmut, que está bajo el control de unidades paramilitares de la Federación Rusa, y evalúe de manera independiente la situación actual," afirma Prigozhin en una carta al titular de Defensa ruso.

Se trata de unas palabras envenenadas, ya que hace falta tener en cuenta que el líder del Grupo Wagner ha sido especialmente crítico con los líderes rusos, de los cuales ha llegado a decir en un vídeo: "Vinieron aquí como voluntarios (los mercenarios de Wagner) y mueren para que ustedes se engorden en sus despachos de caoba". A pesar del aparente tono formal, la relación entre Wagner y Moscú cada vez es más complicada. En la misma misiva, Prigozhin ha añadido que en los flancos de su grupo, que protege el ejército regular ruso, "el enemigo ha efectuado una serie de contraataques exitosos".

Situación complicada para Rusia

Aunque quieren mostrarse siempre como una gran fuerza militar, algunas voces del Kremlin han reconocido que se trata de un momento complicado por el Ejército ruso en Ucrania. "La operación militar especial continúa. Es una operación muy difícil y, claro está, ciertos objetivos se han conseguido en un año", ha afirmado el portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov.

Se trata, pues, de un reconocimiento en voz baja de las altas esferas rusas, que ven que más de un año después, cosa que auguraban como una invasión rápida, se les ha enquistado. No obstante, el gobierno ruso no mantiene un discurso pesimista. Por ejemplo, Peskov ha destacado que las fuerzas rusas "han liberado importantes territorios al Donbass" y confía en que más territorios sigan este camino. El portavoz del Kremlin ha justificado la lentitud con que avanza Rusia a la guerra con que se trata de "una operación militar especial" y "no una guerra", y con el "intento de salvar ciudades y vidas humanas".