El empresario Elon Musk ya puede presumir de tener una ciudad propia. Los residentes de una pequeña comunidad en el sur de Texas —en gran parte empleados de SpaceX- han votado este sábado a favor de la creación de una nueva ciudad bautizada como Starbase, ubicada justamente en el área donde la empresa aeroespacial realiza sus lanzamientos de cohetes. La consulta popular, sin mucha incertidumbre ni oposición interna, ha servido para oficializar una propuesta que el magnate hacía años que intentaba materializar. Con esta votación, se reconoce legalmente la ciudad y se otorga a sus dirigentes poderes municipales, incluida la capacidad de aprobar ordenanzas y regulaciones urbanas.
Starbase se sitúa en los antiguos terrenos de Boca Chica, una zona remota cerca de la frontera con México, cerca del golfo, con una población estimada de poco más de 500 personas, 260 de las cuales son trabajadores de SpaceX. El 97,7% de los votantes han dado apoyo a la iniciativa, según datos oficiales recogidos por el condado de Cameron. Elon Musk, a pesar de estar registrado para votar, no ha llegado a emitir su voto anticipado antes del 29 de abril. En cambio, sí que ha celebrado el resultado: "Starbase, Texas, ahora es una ciudad de verdad", ha escrito en su red social X, celebrando el referéndum.
Starbase, Texas
— Elon Musk (@elonmusk) May 4, 2025
Is now a real city!
Aunque Musk no ejercerá oficialmente ningún cargo, el control real de la ciudad queda en manos de su empresa. El nuevo alcalde, Bobby Peden, de 36 años y vicepresidente de operaciones de pruebas y lanzamientos de SpaceX en Texas, ha sido escogido con el 100% de los votos, así como los dos nuevos comisionados municipales, también empleados de la compañía aeroespacial.
Starbase, que recuerda más a un proyecto megalómano de la Gilded Age (1870-1890) en los Estados Unidos que a una ciudad convencional, se ha ido configurando como un espacio exclusivamente dedicado a la misión aeroespacial de Musk. El paisaje lo componen casas prefabricadas, palmeras e instalaciones técnicas, pero también espacios con elementos icónicos como un busto dorado de dos metros y medio de altura de Elon Musk —con la inscripción "ELON AKA Memelord"— o letreros de neón como el del bar Astropub que luce el eslogan "Occupy Mars". Una de las principales calles recibe, irónicamente, el nombre de "calle de los Memes".
Musk gets his Texas wish. SpaceX launch site is approved as the new city of Starbase https://t.co/NZw7K8NEfI pic.twitter.com/fyGkUR10gP
— Jim Vertuno (@JimVertuno) May 4, 2025
Elon Musk lives on Memes Street https://t.co/7Z3zJPoQBH pic.twitter.com/4rV8XHznfg
— Tesla Owners Silicon Valley (@teslaownersSV) May 4, 2025
Los defensores de la propuesta sostienen que la creación de esta ciudad facilitará la gestión logística de las pruebas espaciales, especialmente con respecto al cierre de carreteras y espacios públicos durante los lanzamientos. No obstante, la medida también ha despertado una notable oposición. Organizaciones como el South Texas Environmental Justice Network denuncian que la aprobación de Starbase puede comportar la privatización del acceso a la playa pública de Boca Chica, un espacio que forma parte de la vida cotidiana de los residentes y que tiene un valor espiritual para la tribu local conocida como Carrizo o Comecrudo. "La playa de Boca Chica está pensada para la gente, no para Elon Musk", denunciaron en un comunicado.
Este referéndum culmina una ofensiva de Musk para consolidar su presencia en Texas, estado donde ha trasladado tanto su residencia como el centro neurálgico de sus negocios. La importancia creciente de SpaceX en su imperio empresarial contrasta con el retroceso reciente de Tesla y ha sido clave para obtener contratos millonarios con el gobierno norteamericano. Ahora, con la creación de Starbase, Elon Musk da un paso más en su voluntad de erigir literalmente su propia ciudad, con sus propias normas y bajo su influencia directa.