Un ataque con un coche bomba en Moscú ha provocado este lunes por la mañana la muerte de un general miembro del Estado Mayor del ejército ruso. De acuerdo con el Comité de Investigación, organismo encargado de los delitos más graves, el artefacto explosivo había sido colocado debajo del vehículo. En el momento de la detonación, el coche se encontraba en un aparcamiento de un barrio al sur de la capital rusa. “A consecuencia de las heridas sufridas, ha muerto el jefe del Departamento de Entrenamiento Operativo del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de la Federación Rusa, el teniente general Fanil Sarvarov”, ha informado Svetlana Petrenko, portavoz del Comité de Investigación.

La hipótesis inicial que estudian las autoridades es que el asesinato podría estar “vinculado” a los servicios secretos de Ucrania, ya que en el pasado han llevado a cabo otros ataques contra militares o contra personalidades relevantes que se han posicionado a favor de la intervención militar rusa en Ucrania.

¿Quién es Fanil Sarvarov?

Los investigadores han difundido un vídeo en el que se puede ver el vehículo completamente destrozado tras la explosión. Según fuentes policiales citadas por los medios locales, la carga explosiva tendría una potencia equivalente a unos 300 gramos de trilita.

El general ha quedado atrapado en el interior del coche. El canal informativo de Telegram Shot informó que presentaba diversas lesiones causadas por la explosión, así como fracturas y heridas en las extremidades.

Fanil Sarvarov nació en 1969 en Gremyachinsk, en el óblast de Perm, en los Urales. Se graduó en 1990 en la Escuela Superior de Tanques de Kazán y, posteriormente, completó su formación en la Academia Militar de las Fuerzas Blindadas Malinovski y en la Academia Militar del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas rusas.

Desde 2016 ocupaba el cargo de jefe del Departamento de Entrenamiento Operativo de las Fuerzas Armadas de Rusia, y en mayo de 2024 fue ascendido a teniente general.

Un patrón que se repite

Los servicios de seguridad de Ucrania ya habían reivindicado un ataque similar contra un militar ruso de alto rango en diciembre de 2024. El teniente general Igor Kirílov, jefe de las fuerzas de protección nuclear, biológica y química del ejército ruso, murió a causa de una bomba escondida en un patinete eléctrico frente a su bloque de pisos, al día siguiente de que Kiev presentara cargos penales contra él. En el ataque también perdió la vida su ayudante, Ilia Polikárpov.

Un hombre de origen uzbeko fue detenido rápidamente y acusado de haber asesinado a Kirílov por encargo de los servicios de seguridad ucranianos. El presidente ruso, Vladímir Putin, calificó la muerte de Kirílov como un “grave error” de los servicios de seguridad de Rusia y afirmó que era necesario extraer lecciones y mejorar su eficacia.

En abril, otro alto mando militar ruso, el teniente general Yaroslav Moskalik, subjefe del principal departamento operativo del Estado Mayor, murió a causa de un artefacto explosivo colocado en su coche, estacionado cerca de su edificio residencial en las afueras de Moscú. El presunto autor también fue arrestado poco después. Moscú ha atribuido igualmente a Ucrania varios atentados con bomba y otros ataques producidos dentro del territorio ruso.