Miles de personas han participado este sábado en Escocia en la "Chain of freedom", una cadena humana de Glasgow en Edimburgo, las dos principales ciudades del país, una de las movilizaciones mayores de los últimos años del movimiento independentista escocés. En suma, han formado una cadena de unos sesenta kilómetros de longitud que, según los organizadores, ha reunido aproximadamente a unas 49.000 personas. La iniciativa se ha celebrado prácticamente coincidiendo con el 19 de octubre, la fecha de que había fijado la ex primera ministra escocesa Nicola Sturgeon para celebrar un nuevo referéndum de independencia, que finalmente el Tribunal Supremo británico bloqueó, al considerar que Escocia no podía celebrar una consulta sin el beneplácito de Londres.

🟡 Objetivo, un nuevo referéndum: el independentismo escocés vuelve a las calles con una vía a la catalana

El actual gobierno escocés, liderado por el independentista Humza Yousaf, aunque no ha participado en la organización del acontecimiento, ha dado apoyo a la iniciativa impulsada por militantes y ciudadanos independentistas de base. La movilización remite al ejemplo catalán del 2013, cuando en pleno auge del independentismo en nuestra casa, hubo una cadena humana similar de más de 400 kilómetros entre Pertús y Vinaròs en apoyo  a la independencia de Catalunya.

Nuevo referéndum de independencia

Este nuevo auge del independentismo escocés coincide con la reclamación de un nuevo referéndum de independencia, consulta que ya se hizo en el 2014 y a la cual ganó ampliamente el 'No' con un 55% de los votos, pero que ahora hace tiempo que el independentismo vuelve a reclamar después de que el Reino Unido abandonara la Unión Europea con el Brexit votado en el 2016 y ejecutado en el 2020. Antes de dimitir, la exprimera ministra escocesa Nicola Sturgeon aseguraba en el 2022 que este octubre, concretamente el jueves 19, volvería a haber una consulta para decidir el futuro del país, fuera después de un acuerdo con Londres o convocado de manera unilateral por el Parlamento escocés. Esta promesa se fue diluyendo después de que la justicia británica dijera que un referéndum sin la autorización de Westminster está prohibido, y ahora, el sustituto de Sturgeon, Humza Yousaf, asegura que esta nueva consulta será una realidad, pero solo si cuenta con el visto bueno de Londres, hecho que le ha supuesto a las críticas de parte del movimiento independentista escocés.