La canciller alemana, Angela Merkel, repetirá como candidata de la Unión Cristianodemócrata (CDU) en las elecciones del próximo año y luchará así por un cuarto mandato. Merkel ha comunicado que está dispuesta a asumir el reto de dirigir su partido, que está reunido hoy en Berlín. El anuncio oficial lo ha hecho esta tarde. Las elecciones alemanas se espera que se celebren el próximo mes de septiembre.

Merkel había tenido los primeros años de mandato un índice muy alto de popularidad, pero en los últimos tiempos ha ido disminuyendo. Sin embargo, todavía cuenta con un índice bastante alto y la mayoría del apoyo de los electores, con un 55% de los alemanes a su favor. También cuenta con un 92% de los apoyos dentro de la CDU y con el de un 66% de las mujeres.

La disminución de su popularidad, sin embargo, no es el único punto débil al que ha tenido que hacer frente estos últimos meses. La derrota en las elecciones regionales alemanas celebradas durante septiembre y octubre comprometieron un poco su posición, e incluso se llegó a hablar de la posibilidad de que no se presentara en la próximas elecciones. En estas elecciones, el partido de Merkel se vio fuertemente desafiado por la derecha populista.

Las encuestas que se están haciendo estos días en Alemania la dan como ganadora con un 33% de los votos, nueve puntos por delante de los socialdemócratas que comparten gobierno con ella. Si las elecciones se celebraran hoy, uno de los grandes titulares sería también la irrupción de alternativa populista con Alternativa por Alemanaya (Afd), que conseguiría un 13% de los votos.

La actual canciller es presidenta de la CDU desde el año 2000 y presidenta del país desde el 2005. Las tres legislaturas que lleva a las espaldas la hacen ser la mandataria europea con más experiencia en el gobierno, en un momento en que los liderazgos son más efímeros y donde los populismos parece que empiezan a ganar la partida por todas partes, tanto en el Viejo Continente como en Estados Unidos.

Merkel es considerada por la revista Forbes como la mujer más poderosa del mundo desde hace seis años, por su grande poder sobre Europa y sobre la potencia económica que representa Alemania dentro de esta. También el diario The New York Times aseguró que posiblemente era la última defensora del mundo libre occidental con el fin de Obama y la llegada de Donald Trump.