Como mínimo 60 personas habrían muerto y otras 81 habrían sido detenidas este martes en el marco de una macrooperación policial contra el narcotráfico en la ciudad brasileña de Río de Janeiro, la segunda más poblada del país. El gobernador del estado de Río de Janeiro, Cláudio Castro, ha informado esta mañana que entre los primeros muertos anunciados había dos policías y ha calificado la operación como "la más grande" jamás realizada contra el Comando Vermelho, que junto con el Primer Comando de la Capital (PCC), es una de las bandas más activas en el negocio del narcotráfico en Brasil. Los agentes de la policía han centrado sus operaciones en los complejos de Penha y Alemão, dos barrios de favelas muy poblados donde se han escuchado tiroteos durante toda la mañana. Medios locales han informado que los integrantes del Comando han montado barricadas en las favelas para impedir la llegada de los 2.500 agentes policiales movilizados.

Las bandas de narcotraficantes, como ha demostrado el gobernador enseñando un vídeo a la prensa congregada en su comparecencia, han resistido el embate de las fuerzas de seguridad, incluso con drones artillados, con los que han atacado a los policías en algunos lugares de las favelas. De acuerdo con el primer balance ofrecido por la oficina del gobernador, se han decomisado medio centenar de armas de fuego, entre las cuales habría 42 fusiles de asalto. Los cabecillas del Comando Vermelho son los objetivos de la acción de las fuerzas del orden contra una de las bandas de crimen organizado más poderosas del país. El grupo se dedica principalmente al tráfico de drogas y armas y su centro de operaciones está en el estado de Río, donde controla algunos barrios de la ciudad.

Violencia en las calles para detener a fugitivos de la justicia

La Operación Contención (Operação Contenção, en portugués), tiene como objetivo el cumplimiento de 51 órdenes de detención contra narcotraficantes de los diferentes grupos. En total, 67 personas han sido acusadas de asociación para el tráfico de drogas, y tres hombres también han sido acusados de torturas. La operación criminal corre a cargo del gobierno estatal de Río de Janeiro, que ha ido publicando en sus redes sociales vídeos sobre las detenciones y decomisos de armas y drogas. En las redes también se pueden ver diferentes vídeos donde se puede observar la violencia desatada en la ciudad, que llega a confundir Río de Janeiro con una zona en guerra. Los autobuses han parado en algunos puntos de la ciudad, y los comercios han cerrado en algunas barriadas debido a la situación de crisis que se ha abierto en la ciudad.