Israel tiene que votar a su primer ministro por quinta vez en sólo tres años. Así lo ha anunciado el actual primer ministro, Naftali Bennett, que ha acordado con el ministro de Asuntos Exteriores, Yair Lapid, disolver el parlamento y convocar unas nuevas elecciones. De hecho, se espera que tanto Lapid como Bennett hagan declaraciones institucionales sobre el nuevo futuro del Estado de Israel. Entre el ministro de Asuntos Exteriores y el primer ministro formaban una inestable coalición después de dos años de estancamiento político, poniendo fin al gobierno de Benjamin Netanyahu. El gobierno de Bennett estaba formado por partidos de derecha, liberales y árabes musulmanes, y fue frágil desde el principio. Con una escasa mayoría parlamentaria y dividido en cuestiones políticas importantes, como el conflicto israelianopalestí y las cuestiones de Estado y religión, la alianza de ocho facciones empezó a fracturarse cuando unos cuantos parlamentarios abandonaron la coalición.

"Después de agotar todos los intentos de estabilizar la coalición, el primer ministro Naftali Bennett y Yair Lapid han decidido llevar el proyecto ley a votación en la Knéset la próxima semana", han dicho en un comunicado compartido por el 'Jersualem Puesto'. El actual vice primer ministro y ministro de Asuntos Exteriores, Lapid, será el primer ministro en funciones después de la disolución del parlamento. Teniendo en cuenta las condiciones legales y las fiestas del país, lo más probable es que en estas condiciones los comicios se celebren a finales del mes de octubre de este año.

El intento del ejecutivo para prorrogar la vigencia de la legislación "provisional" que extiende desde 1967 los derechos civiles israelíes a los cerca de 450.000 colonos asentados en territorio de Judea y Samaria este mes en la Knéset, ha provocado una ruptura inminente. Dos diputados de la mayoría se opusieron y otros cuatro de sus parlamentarios no asistieron a la cámara, agravando la descomposición de la delicada coalición a ocho bandas.

Terrorismo en Gaza

El grupo integrista Hamás, que controla la Franja de Gaza, ha aplaudido la resolución que han aprobado esta semana ERC, PSC, Comunes y la CUP acusando a Israel de practicar "el apartheid", según informa Meadle East Monitor. Junts votó en contra la iniciativa, y el PP y Vox se abstuvieron. "Hamás ha acogido con satisfacción la resolución aprobada por el Parlamento regional de Catalunya que condena el delito de apartheid de Israel contra los palestinos. Ha calificado la resolución de "victoria para la justa causa palestina", y expone "la verdadera cara de la ocupación israelí y su indiferencia hacia las leyes internacionales", señala. El grupo integrista también se ha mostrado satisfecho por unas declaraciones que ha hecho la ministra de Asuntos Exteriores de Sudáfrica, Naledi Pandor, criticando la política del gobierno de Israel, si bien en este caso ella no habló en ningún caso de "apartheid".

La aprobación de la resolución ha provocado un conflicto diplomático con Israel, y también tensiones con las comunidades judías. La embajadora Rodica Radian-Gordon tildó de "vergonzosa" la resolución que aprobaron ERC, el PSC, los Comunes y la CUP en el Parlamento acusando a Israel de practicar un "apartheid". "Condeno enérgicamente la vergonzosa resolución aprobada hoy por la comisión de Acción Exterior del Parlamento. Una resolución fruto de la obsesión antiisraelí de los que la han promovido y aprobada", indicó. La polémica acusación que lanzó el legislativo catalán es la única que ha hecho hasta ahora a una institución similar a Europa.