"Greta y sus amigos están sanos y salvos". Así ha confirmado la armada de Israel que ha interceptado la flotilla formada por una cincuentena de embarcaciones que navegaba hacia la Franja de Gaza con toneladas de ayuda humanitaria. Pasadas las siete de la tarde de este miércoles, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) han comenzado la operación rodeando dos de las embarcaciones que lideraban la misión de la Global Sumud Flotilla, el Alma y el Sirius. Minutos antes del abordaje, la dirección de la Flotilla ya había advertido de que había detectado la flota hebrea a pocas millas de distancia y había declarado el estado de emergencia a bordo. La emisión en directo del estado de los barcos mostraba cómo los tripulantes del Alma se habían reunido en la cubierta con los chalecos salvavidas puestos, a la espera de que la armada israelí entrara en escena.

"Hay una gran concentración de barcos, y coincide con los planes declarados por el Ministerio de Asuntos Exteriores israelí y el consenso de los medios de comunicación sobre lo que sucedería esta noche, y su plan declarado de interceptar ilegalmente nuestra misión de romper el cerco y crear un corredor humanitario", había dicho Thiago Avila, miembro del comité directivo de la flotilla, en declaraciones a Al Jazeera. "Estamos llegando a un momento decisivo de nuestra misión", afirmaba, subrayando que los miembros de la flotilla deberían permanecer no violentos, incluso si eran atacados.

Pocos minutos después de estas declaraciones, la señal de emisión de las embarcaciones que forman la Global Sumud Flotilla han ido cayendo, de una en una. Los tripulantes que mantenían una comunicación fluida con medios y activistas fuera de las embarcaciones también dejaron de responder. Acto seguido, y como ya había ocurrido en otras flotillas como la Madleen, han empezado a circular por redes sociales varios vídeos grabados por la tripulación antes de ser abordados. Es el caso de Greta Thunberg, que, a bordo del Alma, había advertido de la posibilidad de que fueran interceptados por Israel, "lo que supone una violación flagrante de la ley humanitaria y marítima". "Israel no es inmune a la legislación internacional, debe responder por sus crímenes de guerra", ha dicho antes de concluir con un posicionamiento muy claro: "Detengamos el genocidio, detengamos la ocupación y Palestina libre".

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

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A bordo de Sirius, la segunda embarcación abordada por las FDI, viajaba la exalcaldesa de Barcelona Ada Colau. Al igual que Thunberg, ha publicado un vídeo grabado previamente en la operación israelí en el que ha dicho que "si estás viendo este vídeo es porque Israel nos ha detenido ilegalmente". "Te pido que seas nuestra voz, que hagas el máximo ruido posible y que presiones a nuestros gobiernos para que nos liberen y nos permitan abrir un corredor humanitario en Gaza", ha declarado.

Antes de empezar a interceptar las embarcaciones de la Flotilla, las FDI habían contactado con la tripulación para pedirles que cambiaran su rumbo, una recomendación a la que han hecho caso omiso. "Está entrando en una zona de guerra activa. Si intenta romper el bloqueo naval, detendremos su embarcación. Usted es responsable de sus acciones", se oía por la radio. Aparte de la veintena de naves que Israel ha desplegado para cerrar el paso de la misión humanitaria, los periodistas a bordo de la Flotilla han informado de que había una gran presencia de drones sobrevolando la zona. La ofensiva ha comenzado con el rodeo del Alma, una de las embarcaciones más adelantadas.

¿Qué pasará con la tripulación?

En estos momentos todavía no hay confirmación oficial sobre el destino de la tripulación de la Global Sumud Flotilla, pero existe un procedimiento habitual adoptado por las FDI en esta clase de operaciones: remolcar las embarcaciones hasta el puerto de Ashdod, detener temporalmente a los activistas y deportarlos posteriormente a sus países de origen. Esto ya ocurrió en el episodio más reciente, el del barco Madleen, donde también viajaba Thunberg. Ahora bien, cabe recordar que otros precedentes han acabado con graves denuncias, como en el caso de la flotilla de 2018, donde algunos activistas acusaron al ejército israelí de haber utilizado pistolas eléctricas y de haberlos agredido físicamente. Sin embargo, el caso más trágico sigue siendo el del Mavi Marmara, abordado en 2010 en aguas internacionales, donde el asalto de las fuerzas israelíes provocó la muerte de diez activistas.