El conflicto con Hamás, que pronto cumplirá el segundo aniversario, ha conducido a Israel a una situación de tensión política permanente con infinidad de gobiernos, y eso tiene implicaciones también en el terreno económico. Así lo ha admitido el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, en unas declaraciones que no han dejado a nadie indiferente. El mandatario ha asegurado que el país se enfrenta a un proceso de aislamiento económico a causa de una guerra en Gaza que todavía no avista su punto final. Este hecho obligará al país a orientarse hacia una mayor autosuficiencia, con características autárquicas.

Palabras gruesas que el primer ministro —que este lunes ha recibido la visita del secretario de Estados de los EE.UU., Marco Rubio— ha soltado en una conferencia organizada por el contador general del Ministerio de Finanzas en Jerusalén. "Israel está en una especie de aislamiento". Diagnóstico que anima a Netanyahu a recomendar la necesidad de avanzar hacia una economía que tenga las mínimas dependencias internacionales y que se lo haga ella sola, ante el posible bloqueo de las industrias armamentísticas del país.

A pesar de la receta planteada, el primer ministro ha admitido que detesta la palabra autarquía: "Es la palabra que más detesto. Soy partidario del libre mercado, pero nos podríamos encontrar en una situación en la que nuestras industrias armamentísticas se vean bloqueadas. Necesitaremos desarrollar industrias armamentísticas aquí, investigación y desarrollo y también la capacidad de producir lo que necesitamos".

El primer ministro israelí es optimista con respecto a la posibilidad de superar esta crisis y ha atribuido la cancelación de acuerdos de defensa europeos a la presencia de migrantes musulmanes en Europa, un hecho que cree que ha influenciado la posición de los gobiernos con posiciones contrarias a Israel, como es el caso de las adoptadas por el Gobierno.

La oposición replica

Los malos augurios de Netanyahu han recibido rápidamente la respuesta del líder de la oposición, Yair Lapid, que ha criticado las declaraciones del primer ministro. "La declaración de Netanyahu sobre que Israel está entrando en aislamiento y necesita adaptarse a una economía de aislamiento es una locura. El aislamiento no es un decreto del destino, es el resultado de una política errónea y fallida de Netanyahu y su gobierno", ha lamentado. "Están convirtiendo Israel en un país del Tercer Mundo y ni siquiera intentan cambiar la situación".