El Parlamento griego ha aprobado este viernes una enmienda de ley presentada por el Gobierno conservador de Kyriakos Mitsotakis que impide que los inmigrantes que lleguen de forma irregular a Grecia desde el norte de África presenten solicitudes de asilo, y contempla así su detención y devolución a su país de origen. La enmienda, presentada ante la Cámara esta semana, fue aprobada gracias a los votos de 'Nueva Democracia', partido del primer ministro Mitsotakis, que tiene la mayoría absoluta en el Parlamento.

La medida, que tiene una vigencia inicial de tres meses, se adopta en medio de un repunte en las llegadas de migrantes y refugiados a la isla de Creta, con 2.000 personas solo en la última semana. "A las condiciones urgentes respondemos con medidas urgentes", ha justificado el ministro de Migración griego, Thanos Plevris. El ministro ha subrayado que si no se envía un mensaje de que "el paso hacia Grecia se cierra" el país no podrá gestionar las decenas de miles de personas que podrían llegar a Creta desde Libia, en cuyas costas "están esperando tres millones de personas".

La oposición de izquierdas en su conjunto ha tildado la medida como "inconstitucional", y ha acusado al Gobierno de Mitsotakis de violar la Carta de los Derechos Fundamentales de la UE y la Convención de Ginebra, que contemplan el derecho de cada persona a solicitar asilo. La devolución de inmigrantes y refugiados sin su previo registro, como prevé la enmienda, es "una devolución en caliente de facto" y una violación del derecho internacional, ha denunciado el partido izquierdista Syriza —la formación de Alexis Tsipras que gobernó el país de 2015 a 2019—.

El comisario de Derechos Humanos del Consejo de Europa, Michael O'Flaherty, avisó ya este jueves que la medida adoptada iba a legalizar la "violación de las obligaciones bajo el Convenio Europeo de Derechos Humanos el retorno de personas que se enfrentan al riesgo de tortura y otras violaciones graves". También ACNUR, la agencia de la ONU para los Refugiados, señaló en un comunicado emitido ayer que "devolver a las personas a un lugar donde enfrentarían amenazas a su vida o libertad violaría el principio de no devolución".

Ante estas críticas por parte de la oposición y organismos internacionales, el Gobierno helénico replica que no viola ninguna de sus responsabilidades con el derecho internacional. El Ejecutivo de Mitsotakis destaca que la medida es "temporal" para enviar un mensaje "a los traficantes que se benefician del dolor humano" de que la ruta hacia Grecia está cerrada.

Por su parte, la Comisión Europea ha dado apoyo este jueves la decisión del Ejecutivo griego de presentar dicha enmienda. Un portavoz comunitario ha justificado que la situación que vive el país es "excepcional" por el aumento de las llegadas de irregulares. "Cualquier medida que adopte Grecia" deberá tener en cuenta la situación "preocupante" en Libia y el posible impacto para la seguridad y la migración en la UE, han valorado fuentes europeas en declaraciones a EFE.

El Gobierno griego planea además crear "centros de detención especiales" para todos que lleguen a Grecia desde el norte de África, principalmente desde Libia, según ha informado este viernes el diario griego Kathimerini, citando fuentes del Ministerio de Migración. En lo que va de año, unos 9.000 inmigrantes irregulares han llegado por mar desde el norte de África a Creta, frente a los 4.000 que habían arribado a la isla en todo el año 2024.

El discurso antiinmigración recorre Europa

La medida se produce en un contexto de auge de posiciones antiinmigración por parte de partidos conservadores a lo largo de Europa. Precisamente esta semana, en España, Vox abogaba por la expulsión de al menos 8 millones de inmigrantes y "todos lo que hayan venido a delinquir", una postura que ha generado las críticas del Gobierno socialista y los partidos de izquierdas, que han acusado al partido de extrema derecha de mentir relacionando inmigración y delincuencia y de optar por soluciones "inhumanas". El debate sobre cómo gestionar los crecientes flujos migratorios resuena con fuerza por toda Europa durante los últimos años.