Con la llegada del Sorteo de la Lotería de Navidad, se repiten —casi con la misma puntualidad que los villancicos— las dudas legales y los conflictos de siempre: décimos compartidos que acaban en disputa, problemas a la hora de cobrar, preguntas sobre impuestos y, para aquellos que resultan agraciados, una preocupación nada menor: cómo evitar que una fortuna se esfume en tiempo récord. Carmen Pérez-Pozo Toledano, CEO de Grupo Pérez-Pozo y abogada especializada en gestión patrimonial, aclara las cuestiones más habituales que rodean el gran sorteo del año.

Qué hacer justo después de ganar la lotería de Navidad

Muchos sueñan con ganar la lotería, pero pocos tienen un plan de actuación en caso de resultar, efectivamente, ganador o ganadora de un gran premio del sorteo de Navidad. Esto es importante, porque, tal como explica la experta en gestión patrimonial Carmen Pérez-Pozo Toledano, lo que se hace en los días siguientes después de resultar ganador de un premio puede marcar de manera drástica el futuro de nuestro dinero.

— ¿Lo primero que debe hacer una persona que ha ganado el Gordo de la lotería de Navidad es ir al banco?
No. Conviene pararse y asesorarse. El banco es una pieza más del engranaje, pero no debe ser el punto de partida de la estrategia. Durante los primeros días tras ganar el premio, el ganador no está en condiciones óptimas para evaluar propuestas financieras complejas. Desde la gestión patrimonial profesional, siempre recomendamos definir primero la estrategia legal, fiscal y patrimonial, y solo después decidir en qué entidad, cómo y en qué condiciones se cobra y se gestiona el capital. El plazo para el cobro del décimo premiado es de 3 meses desde el sorteo.

— Entonces, ¿qué sería lo mejor que podríamos hacer justo después de saber que hemos ganado la lotería?
Desde una perspectiva patrimonial, lo primero que debe hacer un premiado es proteger el activo y ganar tiempo. El décimo debe firmarse inmediatamente, documentarse y custodiarse de forma segura, pero, sobre todo, hay que evitar decisiones impulsivas. Un premio relevante no es solo una alegría puntual: supone un salto patrimonial que modifica la situación económica, fiscal y, en muchos casos, familiar del ganador. Afrontarlo con orden desde el primer momento es determinante para que el premio se convierta en una oportunidad y no en una fuente de problemas.

— En el caso de premios elevados, ¿qué errores se cometen si no se tiene en cuenta este orden?
El error más frecuente es actuar por inercia. No todas las entidades están preparadas para gestionar patrimonios relevantes ni para ofrecer soluciones adecuadas en una fase inicial tan sensible. Otro error habitual es aceptar propuestas de inversión inmediatas sin una visión global del patrimonio, del perfil de riesgo o de las necesidades futuras. En gestión patrimonial, el orden es clave: primero, estrategia, después producto. La entidad bancaria sirve para custodiar el capital inicialmente, pero no para establecer una estrategia patrimonial.

— ¿Qué errores se cometen con Hacienda por desconocimiento: retenciones, donaciones encubiertas, declaraciones mal hechas?
El desconocimiento fiscal es una de las principales fuentes de problemas posteriores. Aunque el premio tenga retención automática, los movimientos posteriores del dinero (repartos, ayudas, inversiones) pueden generar nuevas obligaciones tributarias. Donaciones encubiertas, estructuras mal planteadas o declaraciones incorrectas pueden suponer sanciones relevantes. La planificación fiscal debe formar parte del diseño patrimonial desde el inicio.

Cómo cobrar un décimo de lotería premiado si es compartido

Es bastante habitual compartir décimos de la lotería de Navidad. En este caso, si el décimo resulta premiado, la experta en grandes patrimonios del Grupo Pérez-Pozo también recomienda pensar bien antes de dar ningún paso.

— ¿Qué es lo primero que debemos tener en cuenta si el décimo es compartido?
La documentación es esencial. Si el décimo es compartido, se debe acreditar claramente quién participa y en qué proporción. Lo ideal es un acuerdo previo por escrito, pero también pueden servir pruebas indirectas como mensajes, correos o transferencias. En la práctica profesional vemos que muchos conflictos no nacen del desacuerdo, sino de la falta de formalización. Documentar correctamente no es desconfianza, es buena gestión patrimonial.

— ¿Qué problemas legales pueden surgir cuando el décimo es compartido y no se documentó correctamente antes del sorteo?
Pueden surgir conflictos civiles complejos entre familiares, amigos o compañeros de trabajo, con reclamaciones judiciales largas y emocionalmente muy costosas. Todo se convierte en una cuestión probatoria, o sea, se prueba la voluntad de compartir y el pago del décimo correspondiente según la participación con documentos o con testigos. Estos casos evidencian la importancia de la educación financiera y legal: anticiparse a los problemas es siempre más eficiente que resolverlos después.

— ¿Y si una persona cobra el premio íntegro y después intenta repartirlo “de palabra”?
Desde el punto de vista legal y fiscal, es una situación de alto riesgo. Hacienda puede considerar estos repartos como donaciones, con la correspondiente tributación, y además pueden surgir conflictos si alguna parte no recibe lo acordado verbalmente. La experiencia demuestra que los acuerdos informales, cuando hay grandes cantidades de dinero, raramente funcionan. La formalización es imprescindible.

— ¿Regalar dinero a familiares o amigos justo después de cobrar puede convertirse en un problema fiscal o legal?
Porque a menudo se hace sin planificación, sin documentación y sin analizar las consecuencias fiscales. Además, puede generar desequilibrios familiares y expectativas difíciles de sostener en el tiempo. Desde la gestión patrimonial profesional, ayudar al entorno debe ser una decisión reflexionada, estructurada y coherente con la sostenibilidad del patrimonio.

— En caso de pérdida, deterioro o robo del décimo, ¿qué errores suelen agravar la situación y dificultar el cobro?
En caso de pérdida, el tenedor del décimo es quien tiene derecho al cobro del premio, el décimo es un documento al portador. En caso de robo, realizar la denuncia antes de la celebración del sorteo; a posteriori será más difícil demostrar la veracidad de la denuncia. En caso de deterioro, dependerá del nivel de deterioro del décimo y de la valoración del organismo nacional de loterías del Estado.

Cómo gestionar el premio de la lotería una vez cobrado

Todos conocemos historias de personas que, después de ganar un premio de la lotería, acaban arruinadas. Según la abogada Carmen Pérez-Pozo Toledano, para evitarlo conviene tratar el premio como lo que es: un patrimonio que se debe gestionar con criterio, estructura y visión a largo plazo. “La combinación de educación financiera, planificación patrimonial y asesoramiento profesional es la mejor garantía para que un golpe de suerte no se transforme en un problema permanente, sino en estabilidad, seguridad y legado.”

— ¿Qué errores de “nuevos ricos” son los más típicos tras ganar la lotería?
Los más habituales son gastar sin planificación, prestar dinero sin garantías, invertir sin comprender los riesgos y no tener en cuenta el impacto fiscal de cada decisión. También es frecuente no establecer límites claros con el entorno. Desde nuestra experiencia en grandes patrimonios, el dinero mal gestionado no suele perderse por un gran error, sino por la suma de pequeñas malas decisiones tomadas sin estrategia.

— ¿Qué malas decisiones o precipitaciones suelen ser estas?
Las inversiones mal asesoradas, la adquisición de activos con altos costes de mantenimiento, los préstamos sin retorno y las decisiones fiscales incorrectas. A medio plazo, el mayor coste no suele ser económico, sino la pérdida de control sobre el patrimonio que comporta la aparición de resultados perjudiciales que podrían haberse evitado.

— ¿Cómo se debería organizar el dinero una vez cobrado?
Una organización adecuada del dinero es fundamental. Recomendamos separar claramente liquidez, inversión y gasto personal, utilizando cuentas diferenciadas. En una primera etapa, es prudente optar por soluciones conservadoras y temporales que permitan preservar el capital mientras se diseña una estrategia a medio y largo plazo. Esta fase inicial de contención es una herramienta clave para evitar errores derivados de la euforia o de la presión externa.

— ¿Cuánto tiempo se debería esperar antes de tomar grandes decisiones financieras (compras, inversiones, ayudas a familiares)?
Desde un enfoque patrimonial riguroso, recomendaría esperar entre seis meses y un año. Este período permite reducir el impacto emocional del premio, formarse mínimamente en educación financiera y definir objetivos claros. Las grandes decisiones patrimoniales se deben tomar desde el autoconocimiento, con información objetiva, no con urgencia. El tiempo, en este contexto, es un aliado del patrimonio.

— ¿Qué señales indican que un premiado está gestionando bien el impacto inicial del premio y cuáles alertan de que va camino del desastre?
Una buena gestión se reconoce en la discreción, la planificación, la búsqueda de asesoramiento profesional y la ausencia de cambios drásticos inmediatos. Por el contrario, la exposición pública del premio, el gasto acelerado, las promesas económicas indiscriminadas y la falta de estructura suelen ser señales de alerta. En gestión patrimonial, no hacer nada durante un tiempo también es una decisión inteligente.