Con el 80% del voto escrutado, el PP ganaría las elecciones de este domingo en Extremadura con 29 diputados, alejado de la mayoría absoluta. El PSOE, con un fuerte bajón con 18 diputados, obtendría el peor resultado de su historia en la comunidad autónoma y quedaría mucho por detrás de los populares. Vox protagonizaría una subida notable doblando escaños con entre 11 representantes, consolidándose como fuerza clave para la gobernabilidad y con capacidad de marcar la agenda del futuro ejecutivo. Unidas por Extremadura también mejoraría mucho sus resultados, ya que conseguiría 7 escaños.

A la espera del recuento final, lo que muestra ahora es una victoria del PP que se impondría como primera fuerza, pero requeriría, como mínimo, de un escaño más para alcanzar la mayoría absoluta. Es ahí donde Vox podría ser vital para la futura gobernabilidad de Extremadura. En las filas de los populares, las elecciones han estado marcadas, durante los últimos días de campaña, por la polémica en torno a la desaparición de 124 votos por correo en Fuente de Cantos, tras el robo de una caja fuerte en una oficina de Correos. Aunque la Guardia Civil achacó los hechos a un caso de “delincuencia común” y que la mayoría de los votantes afectados pudieron repetir su voto, desde la dirección del PP se denunció la posibilidad de un robo con motivaciones políticas.

Debacle histórica del PSOE

El PSOE, según las cifras actuales, materializaría también lo esperado en los días previos a las elecciones, acusando el golpe de la corrupción y el acoso sexual dentro del partido, que le habrían hundido en Extremadura con el peor resultado de su historia en la comunidad. La candidatura de Miguel Ángel Gallardo no ha contribuido a darle la vuelta a la situación: con escasa proyección pública y arrastrando el estigma de estar imputado en el caso que afecta a David Sánchez, el hermano del presidente del gobierno español, Gallardo se ha visto salpicado por el descrédito de una campaña marcada por los escándalos en las filas socialistas.

Vox, clave

Con el escenario planteado en estos momentos, la candidata del PP, María Guardiola, dependería de Vox para poder gobernar, puesto que las encuestas no le otorgan la mayoría absoluta de forma clara. Pese a que el cabeza de lista de los ultraderechistas es Óscar Fernández Calle, quien realmente ha protagonizado la campaña ha sido el líder estatal del partido, Santiago Abascal, que aparece en primer plano en los carteles. Durante el cierre de campaña, Abascal vaticinaba un "gran resultado" para Vox, y parece que así va a ser.