Desde el 2010, varios convoyes marítimos han desafiado el bloqueo impuesto por Israel en la Franja de Gaza con el objetivo de romper el aislamiento del enclave palestino y entregar ayuda humanitaria. Las misiones, organizadas por la Flotilla de la Libertad o, más recientemente, la Global Sumud Flotilla, han protagonizado algunos de los episodios más tensos en las relaciones entre la sociedad civil internacional y el ejército israelí. El último capítulo de esta lucha es la expedición de la cual forma parte la exalcaldesa de Barcelona, Ada Colau; se trata del convoy civil más numeroso de la historia, que navega hacia Gaza con más de cincuenta embarcaciones y participantes de 44 países. Aunque antes del 2010 algunos intentos consiguieron llegar a la costa de Gaza, desde entonces todas las misiones han sido sistemáticamente interceptadas y/o atacadas, incluyendo incidentes recientes con drones y bombardeos. Este contexto ha obligado a varios estados a enviar barcos militares de apoyo, como el Furor P-46 español.
2010 – Flotilla de la Libertad de Gaza
El caso más trágico de todos los intentos de romper el bloqueo de Gaza es, sin duda, el de la Flotilla de la Libertad del 2010. Aquel año, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) abordaron violentamente el barco Mavi Marmara en aguas internacionales, en una operación que acabó con diez activistas muertos y decenas de heridos. La embarcación, gestionada por la ONG turca IHH, transportaba ayuda humanitaria y más de 600 personas a bordo, muchas de ellas activistas internacionales. El ataque generó una oleada de indignación por todo el mundo y abrió una grave crisis diplomática entre Israel y Turquía. La operación fue ampliamente condenada a escala global, especialmente por haberse producido fuera de las aguas territoriales israelíes, en clara vulneración del derecho internacional. Tres años después, Tel Aviv emitió una disculpa formal por los "errores operativos" cometidos, aunque en Turquía todavía se juzga a soldados y funcionarios israelíes por crímenes de guerra.
2011 – Flotilla de la Libertad II
Un año después del trágico episodio del Mavi Marmara, activistas internacionales volvieron a intentar romper el bloqueo con la Flotilla de la Libertad II. Impulsada por una coalición de ONGs y movimientos solidarios, la nueva misión contaba con más de 300 participantes y tenía previsto zarpar con diez barcos cargados de ayuda humanitaria. A pesar del empuje inicial, la iniciativa se topó con numerosos obstáculos. La presión diplomática ejercida por Israel fue intensa, y en paralelo se denunciaron actos de sabotaje contra varias embarcaciones y la negativa de países como Grecia a permitir la salida de los barcos desde sus puertos. Finalmente, solo uno, el Dignité-Al Karama, consiguió navegar en dirección a Gaza. El barco, con 17 personas a bordo, declaró un puerto egipcio como destino, pero más tarde reveló su verdadera intención de llegar a la Franja. Antes de conseguirlo, sin embargo, fue interceptado por las fuerzas navales israelíes y remolcado al puerto de Ashdod. Los activistas fueron detenidos temporalmente y posteriormente deportados.
2015 – Flotilla de la Libertad III
En 2015, cinco años después del Mavi Marmara, se produjo el tercer gran intento de romper el asedio en Gaza con la Flotilla de la Libertad III. Esta nueva misión incluyó varios barcos, con el Marianne de Göteborg —de bandera sueca— como embarcación principal. Con una tripulación formada por activistas, periodistas y personalidades de diferentes países, la flotilla partió con el objetivo de denunciar el bloqueo y hacer llegar ayuda humanitaria a la Franja. El 29 de junio, a unas 100 millas náuticas de la costa de Gaza, la embarcación fue interceptada por las FDI en aguas internacionales. Siguiendo el modus operandi ya habitual, los comandos abordaron el Marianne, lo desviaron hacia el puerto de Ashdod y detuvieron a los activistas, que fueron deportados al cabo de pocos días.
2016 - El Barco de las Mujeres en Gaza
La Flotilla de la Libertad impulsó una nueva iniciativa en 2016 con un fuerte componente simbólico y feminista: el Barco de las Mujeres en Gaza (Women's Boat to Gaza). Esta misión, formada exclusivamente por mujeres activistas de todo el mundo, tuvo como objetivo denunciar los efectos específicos que el asedio tiene sobre las mujeres palestinas. El barco Zaytouna-Oliva zarpó desde Barcelona el 14 de septiembre e hizo escala en Ajaccio (Córcega) y en Mesina (Sicilia) antes de poner rumbo hacia Gaza. El 5 de octubre, sin embargo, cuando se encontraba a unos 22 kilómetros de la "zona de seguridad" establecida por Israel delante de la costa de la Franja, las FDI interceptaron la embarcación. De nuevo, todas las tripulantes fueron detenidas y trasladadas al puerto de Ashdod. Después de ser interrogadas, fueron deportadas a sus países de origen.
2018 – Un futuro justo para Palestina
En 2018, la Flotilla de la Libertad volvió a zarpar con una nueva misión bajo el lema Un futuro justo para Palestina. Esta nueva acción impulsada por la coalición humanitaria contaba con cuatro embarcaciones y pretendía, una vez más, desafiar el bloqueo naval israelí en Gaza y denunciar las condiciones inhumanas de la Franja. Los días 29 de julio y 3 de agosto, las dos naves principales fueron interceptadas por la marina israelí cuando navegaban en aguas internacionales. Las fuerzas navales confiscaron los barcos y arrestaron a todos los tripulantes, algunos de los cuales denunciaron el uso de pistolas eléctricas —taser— y agresiones físicas por parte de los soldados israelíes. La mayoría de los participantes fueron retenidos durante unos días y posteriormente deportados a sus países de origen.
2018 – Madleen
En junio de 2025, el intento más reciente de romper el bloqueo en Gaza quedó nuevamente frustrado por la intervención de las FDI. El barco Madleen, cargado con ayuda humanitaria, zarpó de Catania, en Sicilia, el 1 de junio con el objetivo de llegar a la Franja. No obstante, en la madrugada del 9 de junio, cuando navegaba en aguas internacionales, fue interceptado, atacado con espray químico, abordado y finalmente confiscado por la armada israelí. Los doce activistas que viajaban a bordo —entre ellos figuras destacadas como la activista sueca Greta Thunberg y la eurodiputada francesa Rima Hassan— fueron trasladados a un centro de detención y posteriormente deportados. La actuación militar impidió que la carga llegara a su destino y puso sobre la mesa por enésima vez la violación del derecho internacional marítimo por parte de Israel.