De la misma manera que Irlanda inició su proceso de independencia en medio de la Primera Guerra Mundial, en 1916, la primera ministra de Escocia, Nicola Sturgeon, ha anunciado que la guerra de Ucrania no altera su previsión de que el próximo año convocará el segundo referéndum sobre la independencia. Sturgeon ha insistido en que el proyecto seguirá adelante a pesar de la invasión rusa de Ucrania. La primera ministra ha desmentido de esta manera al líder del SNP en el Parlamento de Westminster, Ian Blackford, que sugirió ayer que el calendario para la consulta tendría que ser flexible a causa del conflicto militar de Ucrania. Sturgeon ha asegurado al contrario en una entrevista en la emisora LBC, que la previsión se mantiene intacta. "Mis planes y mi pensamiento no han cambiado. Tenemos que recordar, sobre todo, la suerte que tenemos de vivir en una democracia libre donde podemos presentar nuestro argumento por un cambio constitucional político, donde podemos argumentar este caso con convicción sea cual sea nuestra opinión, y después podemos confiar en que la gente decida", ha añadido.

La primera ministra también ha subrayado que la independencia de Escocia permitiría que el país tenga un papel más importante en la respuesta humanitaria. Sturgeon se ha referido de esta manera a las críticas que han recibido el primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson, y la secretaria del Interior británica, Priti Patel, por haberse negado a retirar la necesidad de visados a los refugiados ucranianos. La semana pasada trascendió que sólo se habían aceptado 50 solicitudes de visado. La cifra ha subido a 760 este miércoles, pero los medios británicos hablan de caos y confusión en los centros de reparto de refugiados en Europa continental. "Una de las motivaciones de mi apoyo a la independencia es ver que Escocia puede jugar un papel más importante, aunque sea un país pequeño, en la construcción de un mundo más pacífico, siendo un socio internacional progresista y constructivo que acoja a los refugiados. Escocia tiene que ser un santuario, un país que ve los beneficios que podemos obtener de tener gente que venga aquí y haga una contribución a nuestra sociedad. De hecho, todos estos problemas que tenemos en estos momentos, creo que se han centrado con claridad por la tragedia que se está viviendo en Ucrania".

Escocia ha decidido abrir la quinta oficina en territorio europeo para prepararse para el segundo referéndum de autodeterminación. El hub llegará a Copenhague esta primavera, coincidiendo con el momento en que la primera ministra Sturgeon tiene previsto "profundizar en el debate constitucional" con Londres. Este movimiento se da en el marco de la estrategia del Partido Nacionalista Escocés (SNP) para estrechar lazos con los estados miembros de la Unión Europea y, más concretamente, con los países nórdicos. En Europa, Escocia ya tiene oficinas en Berlín, Bruselas, Dublín y París. Aunque el objetivo de los hubs en Europa es extender la influencia de Escocia entre los estados miembros, el gobierno tiene claro que con eso no quieren "exportar el debate sobre la independencia" a estos países, sino establecer estructuras para un posible nuevo estado: "El propósito de las oficinas representativas del gobierno escocés es continuar las conexiones prácticas y mutuamente beneficiosas entre Escocia y otros países", ha explicado un experto analista