El ataque del Ejército de Israel que acabó con la vida de siete trabajadores de la ONG World Central Kitchen (WCK) se cree que se trata de los primeros trabajadores humanitarios extranjeros asesinados en la guerra de Gaza desde el 7 de octubre, y que ya se han cobrado más de 32.800 víctimas, la mayoría mujeres y niños. Por parte de las autoridades israelíes han lamentado los hechos y han afirmado que atacaron el convoy por una "identificación errónea". Más allá de la pérdida de vidas, los efectos de este ataque se están dejando notar, para empezar WCK ha suspendido temporalmente sus actividades en la zona y varias ONG seguirán sus pasos.

Según informa The Guardian, varias organizaciones humanitarias que operan en la zona estudian suspender las misiones ante el aumento del peligro en Gaza y la incapacidad de garantizar la seguridad de los voluntarios. Anera, organización de ayuda a los refugiados en Oriente Medio, y Project Hope, entidad de asistencia sanitaria, han anunciado que abortan por ahora sus misiones en la Franja. Anera ha afirmado que su equipo ha concluido que entregar ayuda de manera segura "ya no es factible".

"Aunque entendemos las graves consecuencias que tendrá esta suspensión para la población palestina, los riesgos crecientes asociados con la entrega de ayuda no nos dejan más remedio que detener las operaciones hasta que nuestro personal recupere la confianza en que puede hacer su trabajo sin riesgo indebido", ha lamentado en un comunicado Anera. La preocupación por como agravará la suspensión de estas misiones a la terrible situación en Gaza preocupa dentro y fuera de sus fronteras.

El hambre no se podrá detener

El comisionado de la Agencia para los Refugiados de las Naciones Unidas (UNRWA en inglés), Philippe Lazzarini, ha asegurado que supondrá "un enorme desafío" evitar el hambre en la Franja de Gaza, si persisten los ataques israelíes contra convoyes humanitarios. O, cómo parece que pasará ahora, si las ONG se retiran porque no pueden asegurar a sus voluntarios. "El asesinato de los trabajadores humanitarios y el impedimento de la entrada de los convoyes de UNRWA no permitirá salvar vidas y evitar el hambre", ha lamentado Lazzarini.

Según el medio israelí Haaretz, que cita fuentes de defensa, un dron israelí llegó a disparar tres veces contra un convoy de World Central Kitchen en la ciudad de Deir al-Balah, en el centro del enclave, aunque los coches estaban claramente marcados con el logotipo de la organización. El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, ha apuntado que todo ha sido un hecho trágico: "Esto pasa en tiempo de guerra. Lo estamos investigando a fondo, estamos en contacto con los gobiernos [de los extranjeros entre las víctimas] y haremos todo lo posible para que no vuelva a pasar".