Las autoridades danesas han informado este sábado que los dos escapes localizados en el gasoducto ruso Nord Stream 2 han expulsado a la atmósfera todo el gas que había dentro. Y es que, recientemente, se han localizado dos escapes en el gasoducto Nord Stream 1 y dos más en el Nord Stream 2. Actualmente, ambos gasoductos están fuera de servicio.

Los otros dos escapes, que afectan al gasoducto Nord Stream 1, siguen contaminando las aguas del mar Báltico provocando graves daños medioambientales. Los escapes han sido causados intencionadamente, pero de momento se desconoce el autor del ataque al Nord Stream 1 y 2. Desde el gobierno danés y sueco, sin embargo, ya han tildado el acto de "sabotaje".

En este contexto, los sectores eléctricos y gasísticos de Dinamarca y Suecia han elevado el nivel de alarma sobre sus instalaciones a raíz de los escapes. Lo mismo ha hecho Noruega, trasladando unidades militares a la zona de los gasoductos, aunque no tiene ninguna costa en el Báltico.

Cabe decir que ninguno de los dos gasoductos estaba en activo cuando se produjeron los cuatro escapes. Antes de que se produjeran los escapes, desde el Kremlin cortaron el suministro del Nord Stream 1 alegando "problemas técnicos". Y el Nord Stream 2 nunca llegó a entrar en funcionamiento, ya que el canciller Olaf Scholz lo bloqueó a raíz del reconocimiento de Moscú de las autoproclamadas repúblicas separatistas del Donbás, en febrero.

Los países afectados como el resto de la Unión Europea (UE), los Estados Unidos y Rusia hablan de "sabotaje", pero se desconoce el autor. Moscú ha acusado a los países anglosajones de estar detrás de las presiones de Washington de paralizar el proyecto, mientras que algunos países occidentales han señalado El Kremlin.

El ataque al NordStream provoca un desastre ambiental

Suecia y Dinamarca registraron escapes provocados intencionadamente en los gasoductos Nord Stream 1 y 2, que provee gas a varios países europeos, el pasado martes. Estos cuatro escapes, provocados por un sabotaje de origen desconocido, han provocado un derrame de metano en el mar Báltico de 800 millones de metros cúbicos, según la empresa gasística rusa Gazprom. Una cantidad que equivale, aproximadamente, a todo el gas que recibe Dinamarca durante tres meses.

Así pues, se trataría del escape de metano mayor nunca registrado, según ha alertado el programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) a partir de los análisis que ha hecho el Observatorio Internacional de Emisiones de Metano (IMEO), en un estudio hecho a partir de imágenes de satélite y donde han participado científicos de la Universidad Politécnica de Valencia. El responsable del IMEO, Manfredi Caltagironi, ha calificado de especialmente graves los hechos, en un momento en que "tenemos que reducir absolutamente las emisiones". "Eso es muy negativo, probablemente el acontecimiento de emisiones mayor detectado nunca", ha afirmado.