ÚLTIMA HORA | Sigue el minuto a minuto del conflicto Rusia-Ucrania.
El alcalde de Mariúpol, Vadim Boichenko, ha declarado en una entrevista en la CNN que estiman que las muertes de civiles que ha causado Rusia en la ciudad desde el inicio de la guerra el pasado 24 de febrero llegan prácticamente a 21.000. A pesar de haber dado esta cifra, Boichenko ha matizado que "el recuento es difícil de llevar a término" por el hecho de que todavía hay combates en la ciudad. En todo caso, el alcalde ha asegurado que está "muy preocupado por el nuevo estadio de terror que prepara el ejército ruso". En las últimas horas, se ha especulado que Rusia estaría preparando un ataque muy contundente al este de Ucrania y, de hecho, también ha apuntado la posibilidad de que se puedan utilizar armas químicas.

Estados Unidos se ha pronunciado sobre este hipotético ataque químico contra Mariúpol. Un funcionario de alto rango del Departamento de Defensa ha explicado a Efe que siguen "evaluando" este escenario, pero que todavía no se ha podido confirmar. La fuente ha detallado que este tipo de ataques son difíciles de monitorizar y comprobar, incluso cuando "está sobre el terreno". Por su parte, el portavoz del mismo departamento norteamericano, John Kirby, ha relatado que, según los datos de inteligencia, no es descartable que este ataque químico se pueda producir con material antidisturbios, como gas lacrimógeno. Kirby ha añadido que "los rusos han demostrado, ciertamente, que estaban más que dispuestos a utilizar armas químicas cuando les ha parecido oportuno en el pasado". Sin embargo, todo llega porque el fundador del Batallón Azov, de Ucrania, publicó en su canal de Telegram que los rusos habían utilizado una sustancia química en Mariúpol y eso había causado que tres personas resultaran heridas.

Putin niega la masacre de Bucha

Este martes, Rusia también ha sido noticia porque su presidente, Vladímir Putin, ha negado la masacre cometida en Bucha: "Es una falsificación". El líder del Kremlin ha querido subrayar esta idea y ha hecho una comparación de esta "mentira" con las presuntas armas de destrucción masiva que había en Irak y que Estados Unidos alegó para empezar la invasión en aquel país. "Aquello era igual de falso que Bucha", ha indicado. De hecho, Putin ha añadido que, cuando los líderes occidentales le reprochan las "atrocidades" cometidas en Ucrania, él recuerda la "brutal destrucción que causó la aviación norteamericana en ciudades de Siria, como por ejemplo Al-Raqqa. Entonces, nadie reaccionó y se hizo el silencio".

En su intervención de este martes, que ha hecho después de reunirse con el presidente de Bielorrusia, Aleksandr Lukashenko, Vladímir Putin ha vuelto a hacer bandera de lo que él denomina "operación militar especial". Para él, esta invasión está yendo "tal como estaba previsto". Además, de sus palabras no se desprende un buen escenario: sostiene que la duración de la guerra "dependerá de la intensidad de los combates". El objetivo, defiende al mandatario ruso, es "ayudar a la gente que vive en el Donbás, que tienen un vínculo inquebrantable con Rusia y que durante ocho años han sido víctimas de un genocidio". Putin ha añadido que consideran en Ucrania un "pueblo hermano" y ha criticado que, realmente, el objetivo principal de Occidente "no es ayudar a los ucranianos", sino un "medio para poder conseguir sus finalidades, que no tienen ningún vínculo con los intereses del pueblo ucraniano".