Javier Milei cumple este martes 100 días de mandato en Argentina. Un mandato lleno de confrontación y ajustes económicos que se han llevado a cabo después de que ganara las elecciones con un discurso agresivo para acabar con la casta. Llegó al poder el pasado 10 de diciembre, imponiéndose a la segunda vuelta al entonces ministro de Economía, Sergio Massa, con un 56% de los apoyos. Hoy, a pesar del ajuste económico que afecta especialmente a las clases media y baja, como la eliminación de subsidios, devaluación de la moneda oficial, pérdida del poder adquisitivo de los sueldos, inflación alta, parece que todavía continúa con un apoyo alto. El presidente tiene un apoyo del 53,6% y negativo del 42,1%, según un estudio de Giacobbe & Asociados. Su estilo y la manera de gestionar las redes sociales lo impulsó en la política argentina.

Para el analista Jorge Arias, de la consultora Polilato, lo que pasó en Argentina fue otro síntoma más de la "insatisfacción que hay con la democracia en todo el mundo". "Aquel cansancio, este tedio de insatisfacción, la gente buscó expresarlo con un 'outsider' que viniera a poner del lado del corte de la sierra mecánica a la casta política", ha indicado a Efe en referencia al objeto con que Milei escenifica su ajuste. Pero la gente "se imaginaba del lado del mango de la sierra mecánica" y, con el ajuste de Milei, comprobó "que estaba del lado de los dientes de la sierra mecánica", ha añadido.

Medidas polémicas y giro de la política exterior

Los proyectos estrella de Milei, la ley Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos y el decreto de necesidad y urgencia (DNU) han naufragado en el trámite parlamentario, exponiendo la fragilidad institucional de La Libertad Avanza: con 38 diputados, 7 senadores y ningún gobernador (provincial), el partido ultraderechista de Milei tiene que negociar acuerdos. Además, el Ejecutivo está enfrentado con los gobernadores provinciales, a quienes el 1 de marzo Milei citó para un "pacto refundacional" de la Argentina que se tiene que firmar el 25 de mayo, bajo algunas condiciones. El reciente 'no' en el DNU volvió a tensar la cuerda. Varias polémicas en Casa Rosada llevaron a leves cambios en el gabinete. Sin embargo, la última 'víctima' de la ira libertaria es la vicepresidenta, Victoria Villarruel, a quien algunos acusan de agenda propia y de perjudicar los intereses de la formación.

Con la llegada de Milei, la política exterior ha virado: después de no permitir la entrada de Argentina al grupo de economías emergentes BRICS, ha escogido los Estados Unidos e Israel como a faro. Alejandro Rascovan, profesor de Seguridad Internacional en la Escuela de Política y Gobierno, de la Universidad Nacional de San Martín, valora la nueva diplomacia como "negativa, sumamente errática y conflictiva". "Hay un desmanejo de la política exterior que es enorme y que tendrá costes muy grandes a futuro. En el futuro inmediato, en el ámbito comercial y en los vínculos políticos; y a más largo plazo, en los temas estratégicos," destaca Efe.