Algo tan tradicional y gastronómico como el vino suena raro tomarlo con la comida rápida. Más que nada, porque, para hacer vino, se necesita mucho tiempo: todo un año para que la viña desarrolle su ciclo vegetativo, la cosecha de la uva, la elaboración en la bodega, la crianza en botella, el afinamiento en la cava, su posterior envejecimiento. Una vez entré en una bodega que decía “el tiempo no respeta lo que se hace sin él”. El fast food es la expresión inglesa para decir que es una comida que se prepara en muy poco tiempo y que normalmente no se sirve en mesa porque a veces es directamente para llevar. A menudo se ha identificado este fast food con productos procesados, de baja calidad, nutricionalmente con un elevado aporte calórico y un escaso aporte de vitaminas. Pero la nueva tendencia es fast good, con ingredientes de saludables y de buena calidad. Así que desde aquí apoyamos esto último.

¿Quién puede decir que no a una pizza margarita en el sofá acompañado de un vino seco y ligero? Uno de los secretos del éxito de la pizza es que su masa hecha a partir de harina, agua, levadura y sal una vez lista se puede poner todos los ingredientes que te puedes imaginar ¡Hasta hay gente que le gusta con piña! Con la pizza napolitana, un vino toscano. Como los de la DOC Rosso di Montalcino de las colinas de Arezzo, con la inteligente acidez y savoir faire de la uva sangiovese. Te confieso mi favorita: con rúcula y jamón crudo, pero si eres de doble de mozzarella, te pega un malbec argentino con una buena tanicidad.

Para maridar el hot dog tenemos que tener especial cuidado con la mostaza, si te gusta así, mejor que te pidas un albariño aromático de la denominación Rías Baixas. Con ketchup, nos decantaríamos más por un tinto de maceración carbónica. Un Rioja crianza o un Montsant con 12 meses de madera con un buen bocata de botifarra ¡y que el pa amb tomàquet no falte! R & G. Michel Rolland (uno de los enólogos más prestigiosos del mundo) & Javier Galarreta (un emprendedor vinícola), este tempranillo 2011 es de la denominación de origen calificada Rioja. Gracias a su envejecimiento de doce meses de barrica es un vino moderno y equilibrado. Es la unión de la cultura y estilo francés y español

Parece que se han multiplicado los restaurantes de las hamburguesas gastronómicas. Este bocadillo de origen alemán se caracteriza por su intenso sabor a carne y podría perfectamente acompañarse de un buen crianza. Con el pollo frito estilo Kentucky y esas alitas picantes que tanto nos gustan queda muy bien un chardonnay con crianza en lías o un espumoso de larga crianza. Con las especias del kebab, una garnacha joven. Con tacos, un blanco con un poco de azúcar residual o un rosado. Y, venga, ya basta de fast food y ponte a cocinar un poquito. Con una copa al lado, of course! Y recuerda que un espumoso rosado siempre nos ayudará a limpiar el paladar.