Es el proveedor más importante de vinos sudamericanos para exportación con una grandísima relación calidad-precio. Es un país muy delgado y largo que contiene las latitudes entre 32 y 38. Muy a tener en cuenta la Región del Aconcagua con sus pinot noir del Valle de Casablanca. La Región del Valle Central con las variedades bordelesas lo triunfa, sobre todo el carmenère, que es la uva más diferencial (aunque es nativa francesa) de los vinos chilenos. Más al Sur, en la subregión del Curicó, se encuentran las condiciones más frescas gracias a los efectos de latitud y de las nubes.

 

El corazón del vino chileno está en la zona de Maipó, en Rapel tenemos Cachapoal Valley y los super-vinazos Carmèneres del Valle de Colchagua. En la Región del Valle del Sur tenemos Bío-Bío (que gracias a su larga estación de crecimiento tienen variedades como el Viognier, el Gewürztraminer y el riesling), e Itata también es una gran zona para blancos aromáticos. En el valle de Aconcagua os tiene que sonar Leyda, una región que está subiendo mucho en San Antonio.

Cuando pidas un pisco-sauer, recuerda que el pisco es un destilado de la variedad muscat. Quédate con el clima y condición topográfica única de Chile: está libre de la filoxera por su aislamiento físico (Andes, el Océano Pacífico al desierto y la corriente de Humboldt).