Cuando hoy en día hablamos de fusionar tradición y tendencias en términos gastronómicos, a menudo caemos en tópicos y algunas "innovaciones" recuerdan, a la hora de la verdad, al dicho "no me des gato por liebre". Evidentemente, hay ingredientes y técnicas que todo lo cambian en manos de buenos chefs, pero, a menudo, y más por estas fechas, hay que respetar las recetas de antes y, si acaso, añadir pequeños toques que hagan los platos más atractivos sin que por ello pierdan nada de su magnífica esencia. La fusión, mejor para otros días. Es por todo esto que se agradecen inmensamente propuestas de calidad como las de Can Balcells, ubicado en el hotel Arrey d'Alella, elaboradas, además, con productos de proximidad. Este restaurante nos tienta este año con cinco menús (Navidad, San Esteban, Fin de Año, Año Nuevo y Reyes), porque si bien a todos nos gusta pasar tiempo en casa, también toca descansar de los fogones e ir a disfrutar de una buena comida en un entorno magnífico.
Platos exquisitos que van desde la popular "escudella" con "galets" rellenos de "pilota" (un invento que a menudo me planteo cómo no era popular cuando yo era pequeña), al pollo especiado con orejones y pasas, los canelones con bechamel trufada y el "suquet" de rape con camarón rojo. Como entrante, nada mejor que el pulpo a la gallega con patata y aceite de pimentón, las zamburiñas a la brasa y, como no podría ser de otra forma, un jamón ibérico de vicio. Y estas son solo algunas de las delicias que probaréis. Para acabar, a la hora de los postres nos ofrecen una torrija caramelizada con helado de canela, pastel de queso con mermelada de frutos rojos y para los que realmente aman el espíritu navideño de toda la vida, barquillos crujientes y un surtido de turrones para lamerse los dedos.
Para los más pequeños
A menudo los más pequeños de la casa se encuentran con que, si no están acostumbrados todavía a comer marisco o no les gustan los sabores intensos, tienen pocas opciones. Es por eso que Can Balcells cuenta con un menú especial para ellos, con croquetas de asado, calamares a la andaluza y, eso sí, sopa de "escudella", entre otros platillos. Y no lo neguemos, pocas veces dirán no ante un buen filete de ternera con patatas fritas.
Pirotecnia por fin de año
El menú más especial es tradicionalmente el de Fin de Año y así lo demuestra este establecimiento. Ha llegado el momento de decir sí a la verdadera fusión. Nada de medias tintas a precios exorbitantes. Aquí disfrutaremos de giros en platos bien estudiados y ejecutados con maestría. Empezad a salivar: ostra en escabeche japonés; algas y brotes salinos; ajoblanco de coco y cilantro; anguila fumada y huevos de trucha; consomé de atún fumado; berberechos, setas xiitake y hortalizas de invierno; ravioli de ternera blanca con crema de setas y crumble de parmesano; y pescado de lonja asado. Y todo eso con postres abracadabrantes y las mejores añadas de una excelente bodega. ¡Feliz Navidad!