Aviso para los lectores: este artículo es para carnívoros. Si algo tiene nuestra gastronomía es una gran pasión por los guisos de carne y los embutidos, pero muchas veces el bistec o entrecot con patatas no luce como si estuviéramos en París o en Nueva York. Parece más un menú para niños que un plato digno de una cena de altura. Si queremos realmente disfrutar de carne tierna y melosa, de una cantidad satisfactoria y de unas patatas de guarnición que nada tengan de congeladas o refritas, más vale que nos lo preparemos en casa. A menudo tengo la impresión, yo que he vivido en tierras francófonas unos años, que en muchos restaurantes de Barcelona se hace patente lo que decía Josep Pla en la posguerra: este bistec es más duro y lleno de cartílagos que una oreja de gato. Por eso, cuando hace unos meses abría sus puertas MR PORTER en la planta baja del hotel de lujo Sir Victor, fui con toda la incredulidad del mundo. Punto a favor: ya tenían un restaurante en Ámsterdam y había leído elogios al respecto en la prensa local. 

Tras la primera visita, quedé encantada. Y he vuelto en diferentes ocasiones porque ya no se trata solo de que sirven un increíble bistec de 750 gramos, estilo Nueva York, procedente de la parte mediana del lomo de la ternera sin hueso, sumamente tierno y que se deshace en la boca; sino que es el único lugar de Barcelona que ofrece entrama y entraña de excelente calidad. Sí, aquí llega un tema que muchos amantes de la carne no saben diferenciar. Ambas piezas proceden del músculo del diafragma de la ternera, es decir, de la parte interna del costillar, sin prácticamente grasa. Ahora bien, la entrama es más gruesa y se sirve en piezas de 1 cm como mínimo o como medallones cocinados a la parrilla, mientras que la entraña, conocida a menudo como “bistec francés”, es más fina y aplanada y se sirve en filete. Ambas carnes son melosas, casi como el secreto ibérico del cerdo, lo que hace que a menudo en Argentina se refieran a ella como “carne dulce”.

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MR PORTER Barcelona / Foto: MR PORTER

Como si fueras Donald Draper

Pero volvamos a los Estados Unidos. Porque en MR PORTER también tienen las famosas ribs, costillas, con o sin hueso; y un lomo bajo que ya querrían haber probado los protagonistas de Mad Men cuando se entablaban ante una gran pieza de carne. No hacen falta demasiadas florituras, a pesar de que MR PORTER tiene salsas hechas al momento. Personalmente, soy del parecer que este filete, al igual que la entrama y la entraña, solo necesitan un poco de sal Kosher por encima, gruesa y sin escamas. Ahora bien, una cosa son las salsas y otra los acompañamientos. Las patatas paja con parmesano y alioli de albahaca están de vicio y los espárragos a la plancha de lo más crujientes y se pueden pedir con pimientos de Padrón o con salsa holandesa. Para quienes quieran un menú de lo más norteamericano, mac n’cheese, eso sí, con coliflor e ibérico. Y, para acabar de redondearlo, su wagyu japonés de 100 gramos es de otra liga, y el ossobucco de cordero es mejor que el que sirven en muchos locales de Italia. Además, tienen una gran selección de carpaccio, desde roast beef a jamón de bellota 100% ibérico.

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MR PORTER Barcelona / Foto: MR PORTER

Para los que no quieran carne...

MR PORTER no es solo especialista en carne. Para mí está claro qué pediré cuándo voy, pero también he probado sus pescados y mi admiración ante ellos: cazuela de dorada con tomate picante, lubina al horno con salsa adobada y, para una ocasión especial, langosta a la plancha con mantequilla de finas hierbas. Y sí, los vegetarianos también pueden disfrutar de este espléndido restaurante. ¿Habéis probado el carpaccio de calabacín? ¿O el de setas Eryngii? Un homenaje especial merece el de patatas al horno o el aguacate con caviar beluga (a retirar para quien no coma carne ni pescado) que podemos pedir con una berenjena entera con huevo rayado o un puerro al horno. Hablamos de platos grandes y hortalizas de proximidad y muy sabrosas cocinadas en el momento. También tienen ostras frescas de Guillardeau y un foie gras al horno Taboon que reclama una exquisita focaccia

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MR PORTER Barcelona / Foto: MR PORTER

Pirotecnia dulce

Y si todavía os queda espacio para una dulce tentación, nada como el fondant de Cajeta, con semi sorbete de maíz, el chantillí de chocolate blanco y fruta de la pasión o, para los más clásicos, los profiteroles de plátano y chocolate. Para quienes aún seguís con nostalgia norteamericana, el cheescake con mermelada de arándanos ha competido en diferentes listas de los mejores de Barcelona. Un establecimiento cosmopolita, delicado... un restaurante de etiqueta, pero que también, gracias al servicio, se vuelve familiar. Además, tras una comida de este nivel, tienen una excelente carta de digestivos. Solo una premisa si vais a cenar: comed ligero, porque sería una lástima no saciar el apetito con tantas delicias. Y, al salir, volveremos a estar en Barcelona, pero contentos de saber que cuando queramos nos espera este viaje culinario que supera con creces, y lo digo muy convencida, a muchos restaurantes en Francia y en la Big Apple. Palabra de periodista que hizo el tour culinario de Mad Men (tienes una comida durante 7 días en uno de los espacios donde se cierran los acuerdos de publicidad de la serie) en Nueva York. ¡So sorry Don Draper!