¿Te gusta el conejo? ¡Pues no te puedes perder este plato!
Receta sana y tradicional, de productos económicos, aguanta bien en la nevera y en el congelador, puedes llenar el tupperware y puedes disfrutarla durante todo el año.
¡Vamos!
- 1 conejo a trozos
- 1 cabeza de ajos entera
- 1 bandeja de champiñones normales
- 1 bandeja de champiñones Portobello
- 6 o 8 dientes de ajo con piel
- 1 puñado de bolas de pimienta negra
- 1 vaso de vino blanco
- Perejil fresco
- Aceite de oliva virgen extra
- Pimienta negra
- Sal

Limpia y corta los champiñones. Puede hacerlo a láminas o simplemente por la mitad. Estos marrones son la variedad Portobello.

Haz lo mismo con los otros champiñones blancos.

En una cazuela, pon un generoso chorrito de aceite de oliva y unos dientes de ajo para dar sabor.

Pon sal y pimienta en la carne.

Y fríe el conejo con las bolas de pimienta.

Puedes freír con aceite de oliva, con manteca de cerdo o mezcla de ambos. Añade también la cabeza de ajos entera.

El conejo tiene que quedar bien dorado por ambos lados.

Ahora, incorpora las setas a la cazuela.

Y también una picada hecha con aceite, perejil fresco, sal y ajo. Bien triturado.

Echa el vino también.

Déjalo cocer a fuego medio hasta que el conejo quede blando, unos 45 minutos seguro. Si falta líquido puedes añadir un vaso de agua. Una vez hecha la carne, echa una pizca más de perejil fresco picado. Rectifica de sal.

Una vez esté hecha la carne del conejo, ya puedes apagar el fuego y dejar reposar el plato un mínimo de dos horas. Mejor consumirlo al día siguiente.

Lo calientas y lo sirves a la mesa. ¡Con este caldito que es la gloria!

¡Buen provecho!