Los hermanos Juli y Susanna Alcoriza son nacidos en Sant Andreu, vecinos del barrio y orgullosos de serlo, por qué no decirlo. Abrieron el restaurante L'Andreuenc hace un par de años en la calle Neopàtria, una calle llena de encanto en el centro del barrio de Sant Andreu, repleta de ofertas de todo tipo, algunas de ellas muy atractivas, como es el caso precisamente de L'Andreuenc. Antes, sin embargo, hay que saber que llevaron otro restaurante durante trece años en Sant Joan d’Espí, pero después de la pandemia querían acercarse al barrio que los vio nacer para así ganar en calidad de vida.
Pues bien, estos días L’Andreuenc ha sido noticia al ganar el concurso al Mejor desayuno de tenedor de Catalunya organizado por La Lliga del Porc i la Forquilla, que promueve esta comida tradicional y homenajea a los restaurantes que la ofrecen.

Quién les iba a decir hace unos meses que a consecuencia de recibir el premio la clientela no ha dejado de crecer, llenando el local a todas horas, porque L’Andreuenc abre casi todo el día. Por la mañana, por sus preciados desayunos de tenedor; al mediodía, por el fantástico menú del día, y ofrecen cenas los jueves, viernes y sábados, por si te conviene más.
En L’Andreuenc la mayoría de los clientes son del barrio y, claro, este hecho lo hace especial, porque además muchos de ellos no se identifican con Barcelona, sino que más bien se sienten diferentes y de Sant Andreu. Hoy mismo, me he acercado a media mañana pensando que el local estaría tranquilo y podría ir a lo mío, dado que veníamos del puente de la Purísima, con los excesos correspondientes, y la parroquia ayunaría, pero qué sorpresa la mía cuando he comprobado que el bar estaba a reventar de vecinos, como cualquier otro día, atiborrándose como pobres como si no existiera un mañana.

Sentado cerca de la cocina, me atiende Susanna, que muy diligentemente me recomienda esto y aquello, también unos bocadillos recién hechos con tortilla de patatas, creo. Yo venía con la idea fija y me decanto por el bacalao de la abuela con tomate, pasas y piñones, todo un clásico de la casa que cocinan de maravilla. Para ser exactos, lo cocinan igual que la abuela de Susanna, respetando la receta original al pie de la letra, aunque el bacalao también lo cocinan con tombet y sobrasada; y con patata cocida, cebolla y tomate. Pero si lo prefieres, también puedes probar el plato ganador del concurso, que era la botifarra del perol casera, judías del ganxet y sepia sucia, u otros platos que están para mojar pan como el fricandó, el revoltijo mallorquín, el arroz de buey con alcachofas y las albóndigas con gambas y guisantes, que presentaron la semana pasada en el Joc de cartes y que actualmente se las quitan de las manos: fíjate que la semana pasada vendieron setenta raciones. Como veis, es difícil elegir.

Les pregunto a los abuelos de la mesa de al lado, que acaban de desayunar, de qué barrio son. Me responden que de Gràcia y de Sants, pero que los ha traído a L’Andreuenc Llorenç, que es del barrio de toda la vida, y nos despedimos.
Este casa de comidas llena de vecinos y vecinas dignifica el barrio con su cocina tradicional catalana
Antes de irme, como no veo el menú escrito en la pizarra, le pregunto a Juli qué tienen hoy para comer, y me responde que de primero tortilla de judías, butifarra y salsa de queso manchego, una sopa de pobre hecha con ajo, pan y pimentón y una empanada de atún, champiñón y huevos. De segundo plato hoy ha cocinado una cabeza de lomo asado estilo tailandés, bacalao a la romana acompañado de xatonada y pollo a la brasa. El precio del menú del día es imbatible, 17,50 €, e incluye postre, pan, bebida y café.

L’Andreuenc es, sin duda, un buen lugar para ir a cualquier hora del día y probar su cocina rodeado de vecinos y vecinas del barrio, ¡casi nada! Te lo recomiendo.