Domingo y paella son dos palabras que casan a la perfección, el plan perfecto en cualquier época del año y al que todo el mundo se apunta. 

Si te toca a ti ponerte el delantal y dar la cara ante todos los invitados, estos trucos te pueden ayudar a lograr un mejor resultado y, también, a rebajar la presión la próxima vez. 

¡Atención! Hoy no nos vamos a referir a la paella valenciana clásica. No queremos polémicas y sí que queda uno disfrute con la versión que más le gusta o le apetece ese día. Así pues, no vamos a entrar a discutir si es paella o no dependiendo de si le añado garrafón o solo judías verdes, o si no me gusta el conejo y prefiero que sea marinera. 

Eso sí, ya que nos ponemos a cocinar un buen arroz, que el resultado sea el mejor. ¡Empezamos!

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  • El arroz. No vale cualquier arroz y el motivo principal es porque cada uno tienen unas características que lo hacen ideal para una preparación concreta. Igual que nadie discute que el basmati es perfecto para ensaladas, en el caso de la paella siempre hay que apostar por el bomba. Absorbe el caldo con más facilidad por lo que tiene mucho más sabor. 

  • Ingredientes de calidad. Como hemos dicho, no vamos a discutir si “tiene que” llevar conejo o pollo o si los caracoles son imprescindibles. Eso sí, todo lo que añadas que sea de calidad porque eso sí afecta al resultado final y al sabor. Y esto incluye desde las gambas hasta las verduras del sofrito. De hecho, esta es la parte más importante, el sofrito, ya que de él dependerá que el arroz tenga sabor o no. 

  • Cosas que no. Aunque estamos defendiendo que cada uno añada a su paella lo que quiera (si es chorizo no lo cuentes y ya está) hay algunos ingredientes que no son aconsejables debido a como reaccionan con otros. En este caso hablamos de la cebolla, que provoca que el arroz se abra y se pase. Así pues, la discusión de “cebolla sí” o “cebolla no” la reservamos para cuando hablemos de la tortilla de patata. 

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  • Otro no definitivo es el colorante. Y aquí no solo entramos en temas de gustos, también de salud. Son muchos los estudios que relacionan el colorantes alimenticio E-102 (los polvos naranjas tan típicos que venden junto a otras especias) con problemas de TDAH en niños o incluso con algunos tipos de cáncer. Para darle ese color anaranjado tan característico es mejor apostar por el azafrán, que además le da un sabor riquísimo. Lo puedes añadir al sofrito para que se tueste un poco o infusionado junto al caldo.  

  • El recipiente. No tiene por qué ser una paella homologada (que no "paellera" para que los valencianos no se enfaden más) pero sí es necesario que sea un recipiente con una superficie grande y no mucha altura. Los mejores resultados se obtienen cuando se queda una capa fina de arroz. Por eso, es tan importante calcular para cuantas personas es antes de elegir en dónde se va a cocinar. 

  • ¿Cuánto arroz por persona? Aquí si vamos a seguir los pasos de la auténtica paella valenciana y aceptar el que 100 gramos de arroz con ¼ de caldo por persona es la cantidad ideal. 

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  • No muevas el arroz. Hay recetas, como el risotto que sí requieren ir moviendo el arroz para que suelte todas esas sustancias que logran que sea más meloso. Pero si quieres un arroz en el que el grano esté suelto, añádelo cuando el caldo esté hirviendo, mézclalo (es mejor una cuchara de madera, pero no solo porque lo diga la tradición, también porque si tu recipiente es antiadherente no te lo cargas) y baja el fuego. Después de repartirlo por toda la superficie y mezclarlo con el sofrito, ya solo queda cruzar los dedos y esperar el resultado. Nada de tocarlo. 

Y, ¡buen provecho!