Con motivo del Día Internacional de la Alimentación, la ONG World Central Kitchen (WCK) ha puesto en marcha la campaña “Restaurant Week 2025”, una acción solidaria que busca recaudar fondos para apoyar a comunidades afectadas por crisis humanitarias y desastres naturales en todo el mundo.

Desde el 16 de octubre hasta el 30 de noviembre, los restaurantes participantes incorporan a su carta un plato inspirado en el libro “Las recetas de World Central Kitchen”, cuya recaudación se destina íntegramente a la organización fundada por el chef José Andrés.

Entre los establecimientos que se suman a esta causa en España está GURÍ, el restaurante barcelonés del chef Nicolás Zas, que ha querido participar aportando una creación cargada de historia y significado.

La receta solidaria: “Lahmacun de Aline”

Para esta edición, Zas ha reinterpretado el “Lahmacun de Aline”, una receta que conecta directamente con los recuerdos de infancia. El chef rememora aquellos días en Uruguay, cuando vivía cerca de una comunidad que solía preparar este plato tradicional. Inspirado por esta memoria, Zas ha versionado el lahmacun, se trata de un tartar de ternera especiado, aliñado como el relleno original del lahmacun, servido sobre una masa fina y tostada, terminado con una emulsión cálida de tuétano que aporta profundidad.

El resultado es un plato cálido, emocional y lleno de matices, que une memoria, técnica y solidaridad. “Cocinar también es cuidar –explica Zas–, y esta causa refleja perfectamente lo que entendemos en GURÍ por hospitalidad y compromiso”.

Ubicado en el corazón del barrio de Sants (Barcelona), GURÍ es un punto de encuentro entre el Río de la Plata y el Mediterráneo, donde el fuego, los fermentos y el tiempo dan forma a una cocina con alma. En el menú, el chef Nicolás Zas, uruguayo de origen y mediterráneo por herencia, narra un viaje sensorial que celebra la memoria, la sostenibilidad y la creatividad. Formado en la exigencia de la alta gastronomía y con una trayectoria internacional que comprende desde las Canarias hasta Australia y Nueva Zelanda, Zas aporta una mirada culinaria basada en la transformación lenta y natural del producto.

Las fermentaciones propias, las salsas de autor y el uso de producto local y de aprovechamiento son la base de una propuesta que realza cada ingrediente y lo viste de innovación sin perder su esencia. El restaurante combina barra y mesas en un espacio íntimo y artesanal, donde cada detalle – desde la vajilla hecha a mano hasta los tonos arena y elementos naturales – refuerza la conexión entre ambas orillas.