En España, pocas bebidas despiertan tanta pasión y también tanta polémica como la cerveza. Entre marcas nacionales y extranjeras, la oferta en los supermercados es enorme, y no faltan los debates sobre cuál es la mejor o la peor opción. Una de las que siempre aparece en estas conversaciones es Cruzcampo, una firma con millones de consumidores fieles, pero también con detractores muy ruidosos en redes sociales. Para muchos, se ha convertido en sinónimo de cerveza de batalla, mientras que otros la defienden como un producto honesto, accesible y perfectamente adaptado a ciertos paladares y contextos. Ante la eterna pregunta de si realmente es “la peor cerveza del supermercado”, un creador de contenido especializado ha querido dar su visión.

¿Es Cruzcampo la peor cerveza del supermercado?

El experto cervecero que se esconde tras la cuenta de Instagram @lo_catamos se ha propuesto analizar con detalle los matices de esta marca. Lo primero que destaca es su color: claro, brillante y ligero, muy reconocible en un vaso frío. Al acercarse a la copa, en nariz se detectan notas de cereal, un toque a lúpulo y hasta ciertos matices de miel o de tostado, elementos que, según explica, le dan más complejidad de la que muchos estarían dispuestos a admitir.

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La cerveza Cruzcampo tiene un color más claro que otras cervezas / Foto: Unsplash

En boca, la experiencia continúa con un amargor moderado y un cuerpo bastante ligero. Cruzcampo se sitúa en 4,8 grados de alcohol, una cifra inferior a la media habitual de las cervezas industriales, que suelen rondar los 5,2 o 5,4 grados. Esa diferencia, lejos de ser un defecto, la convierte en una bebida más suave, fácil de consumir y con un punto extra de refrescancia. El especialista subraya que este perfil resulta especialmente adecuado para el clima cálido del sur de España, donde lo que más se busca es una cerveza que sacie la sed y se pueda repetir sin dificultad.

La cerveza Cruzcampo es más ligera, ya que tiene unos puntos menos de gradación alcohólica 

Un aspecto llamativo que revela el catador es la presencia de maíz en la receta, lo que contribuye a esa sensación más ligera y menos densa en comparación con otras cervezas de corte similar. Para algunos críticos, este detalle es un motivo de queja, pero para él es un rasgo de estilo que responde a una elección consciente de la marca. Y aunque pueda restarle algo de intensidad, lo cierto es que le añade un carácter propio y la hace diferente frente a la homogeneidad de otras lagers del mercado.


El experto descarta por completo la idea de que Cruzcampo sea la peor cerveza disponible en los supermercados. Reconoce que no es la más compleja ni la más intensa, pero la defiende como una cerveza ligera, bien equilibrada y con un amargor adaptado a su entorno. Más que un producto fallido, es una cerveza que cumple con lo que promete: refrescar, acompañar y ser disfrutada sin pretensiones.