A menudo se recomienda comer la fruta con piel por aprovechar su aporte en fibra y vitaminas, pero en el caso de los cítricos es más por aprovechar su aroma y sabor. De todas formas, en este aspecto debemos saber que cuanto más natural y menos procesos haya pasado la fruta que consumamos, mejor. 

La piel de lima y de limón se utiliza mucho en todo tipo de platos

La piel de lima y de limón se utiliza mucho en todo tipo de platos, pero no tanto la de naranja, así que para quienes tengáis esta preferencia o queráis poner este cítrico a prueba, os dejamos dos recetas con piel de naranja que son una auténtica delicia.

Cascara Naranja
Cascara Naranja / Fuente: Unsplash

Cáscaras de naranja azucaradas

Ingredientes de la receta:

  • 5 Cáscaras de naranjas (ecológicas a poder ser)
  • 2 tazas de azúcar
  • 1 taza de agua

Preparación:

  • Comenzamos lavando cuidadosamente la piel  (lo recomendable es utilizar un cepillo).
  • Desechar el hollejo de color blanco en su interior y cortarlas en tiras similares a gajos de naranja.
  • Hervir las cáscaras en agua durante unos cinco minutos y dejar enfriar, repitiendo hasta que tengan una consistencia blanda.
  • Preparar un almíbar mezclando las tazas de azúcar con la de agua.
  • Hervir las cáscaras nuevamente y volcar sobre ellas el almíbar, cuyo contraste de temperatura hará que el azúcar solidifique y forme pequeñas bolitas.
  • Escurrirlas y dejar enfriar.

Esperamos que os agrade la receta y recordar, abusar de los alimentos azucarados no es conveniente, pero de vez en cuando está bien que os deis un capricho.

Piel de naranja mojada en chocolate

Ingredientes de la receta​:

  • 3 naranjas
  • 1 ½ taza de azúcar
  • 85 g de chocolate fundido
Piel Naranja con Chocolate
Piel Naranja con Chocolate / Fuente: Unsplash

Preparación:

  • En primer lugar, con ayuda de un pelador de cítricos, le quitamos la piel a las naranjas sin llegar a la pulpa. Cortamos en juliana los trozos de piel.
  • Seguido, blanqueamos la piel para quitarle el amargor. Para ello, la ponemos toda junta en una cazuela con agua hirviendo. Cuando la piel del cítrico vuelva a hervir, sabremos que ya está blanqueada.
  • Después, confitamos la piel en una cazuela con la taza y media de agua limpia y el azúcar. Cocinamos a fuego medio, para que se cueza despacio.
  • Entonces, dejamos que la piel y el almíbar se enfríen del todo. Dejamos que la piel de naranja se seque durante 1 hora.
  • Mojamos la piel confitada sólo hasta la mitad con el chocolate fundido. Dejamos que se seque y el chocolate se solidifique.
  • Ya solamente queda servir y disfrutar.

Como vemos, dos recetas dulces que son realmente deliciosas. Como es evidente, no se puede abusar nunca de lo dulce, pero si quieres darle de vez en cuando un segundo uso a la piel de tus naranjas, estas dos ideas te funcionarán para pequeños y mayores.