Pocas cosas son más catalanas que una buena calçotada. Y esta comida tradicional del país cada vez es más universal, viajando a países de todo el mundo. Como pasa con el tió, el concepto de comer calçots con las manos, sin babero ni guantes, y mojándolos en una salsa bien espesa, llama mucho la atención fuera de nuestras fronteras, y por ejemplo, en Londres cada vez genera más interés, con varios restaurantes que los ofrecen, cuando es temporada, en sus cartas. Uno de los medios londinenses de referencia, el Londonist.com, con más de un millón de seguidores en las redes sociales, cada año se hace eco del fenómeno de los calçots en la capital británica, recogiendo en un artículo que actualizan año tras año la lista de establecimientos donde los ingleses pueden ir a probar esta delicia catalana. Además, también recoge algunas curiosidades de los calçots, que traducen como green onions o Catalan onions.

"Es época de tirar un buen manojo de cebollas catalanas a un fuego vivo y después comérselas, caóticamente". Así empieza el artículo publicado en Londonist.com sobre los calçots, que describen como una "delicatessen catalana, cebollas tiernas enormes, dulces y suaves cuando se cuecen sobre las brasas". "Normalmente, se comen durante la temporada de recolectar calçots, entre los meses de enero y abril, en una celebración denominada calçotada: una exultante y ceremoniosa celebración", explica esta publicación inglesa, que, al mismo tiempo, se pregunta: "Mucha comida cocinada a fuego vivo en una fiesta en la que está socialmente aceptado comer y beber vino hasta explotar, ¿cómo no le va a gustar a todo el mundo?".

Una explicación muy detallada para cocinar los calçots como es debido

Con esta introducción para ir haciendo boca a los lectores y hacerles venir ganas de hacer un viaje rápido a Catalunya para disfrutar de una buena calçotada, la periodista Lydia Manch explica los detalles sobre las palabras más importantes para entender la fiesta. Por un lado, detalla que los calçots (un producto geográficamente protegido) se cultivan en Valls, "un pueblo de Tarragona", y "parecen resultado de una historia de amor entre un puerro y una cebolla tierna, pero con un sabor mucho más suave y delicado de lo que podrías esperar de cualquiera de estas dos verduras". Sobre las calçotades, explica que estas normalmente tienen lugar en restaurantes rurales y granjas de campo, o en jardines y terrazas de los hogares de los catalanes. "Las cebollas se hacen a la brasa hasta que las capas exteriores están chamuscadas, después se envuelven con papel de diario para mantenerlas calientes y finalmente se sirven en tejas de barro". Una explicación muy detallada. Sobre las salsas, el artículo de Londonist.com hace referencia al romesco y a la salvitxada, considerada por muchos la auténtica salsa de los calçots.

¿Cómo beber vino con porrón para acompañar una calçotada?

Una vez los ingredientes están detallados, la periodista inglesa explica que no solo se comen "cebollas catalanas", sino también carne como chuletas de cordero o butifarras, que son, según ella, "salchichas frescas locales con sabor de ajo y hierbas aromáticas". Aparte, también hace referencia a las patatas fritas y a las judías, imprescindibles en una buena calçotada. "La comida acaba con naranjas de postre, vino, cava, música y baile". Por eso, en el Reino Unido no pueden evitar fijarse en un objeto clave de estos festivales de la buena comida: el porrón. "Entre muchos otros motivos para no ir vestido de blanco en una calçotada, hay el porrón, una especie de recipiente para beber vino o sidra en grupo. Para hacerlo, te tienes que verter el vino directamente a la boca con solo una mano desde cierta altura. Si eres un profesional de las calçotades, puedes ir alargando el brazo mientras tanto, creando un arco de vino precioso". Para acabar su ensayo sobre el arte de las calçotades, la periodista actualiza este artículo, que se publicó ya hace años, con una nueva lista de  restaurantes de la ciudad de Londres donde se puede ir a disfrutar de una buena calçotada, como si estuvieras en Catalunya.