La Diada de Sant Esteve es una festividad navideña que tan solo se celebra en algunas comunidades autónomas del Estado, como es el caso de Catalunya. Se trata de una comida familiar que se realiza el 26 de diciembre, después de Navidad y donde, tradicionalmente, se comen canelones.

La celebración de Sant Esteve en Cataluña

Tal y como su propio nombre indica, en Sant Esteve se rinde homenaje a este santo que forma parte de la tradición cristiana. Se celebra en Cataluña porque se considera que este es el segundo día de Navidad, es decir, un “post-festum” donde también se rinde homenaje a importantes figuras sagradas. Es importante remarcar que, en Cataluña, el día de Nochebuena, que es cuando los españoles celebran la cena de Navidad, no es festivo en esta comunidad, por lo tanto, al final tienen los mismos festivos pero en días diferentes. Pero no solo es fiesta en Cataluña, sino que el Sant Esteve también se celebra en otros sitios como las Baleares que, en este caso, tampoco celebran la noche del 24 de diciembre.

La Diada de Sant Esteve es una festividad navideña que tan solo se celebra en algunas comunidades autónomas de España

Sopa de galets: la mejor forma de entrar en calor

La comida de Navidad es en Cataluña tan importante como en el resto de España y, además de pescado o marisco, lo que no puede faltar es una buena carne. Por eso, los chefs de la familia suelen pasarse la mañana en la cocina preparando pollo, pavo relleno o la famosa escudella que se servirán el 25 de diciembre. Un banquete en toda regla que llena la mesa de platos deliciosos para celebrar la Navidad y de los que, inevitablemente, sobrarán restos.

Sopa Sant Esteve
Sopa Sant Esteve / Foto: Unsplash

Estas sobras son las que se utilizan para preparar la famosa sopa de galets del día de Sant Esteve, un caldo caliente que viene a la perfección para que toda la familia entre en calor en un mes tan frío como es diciembre. Este plato es muy sencillo de hacer y se compone de tres elaboraciones principales: el caldo, los galets y las pilotes (o albóndigas de carne). Estas 'pilotes' forman parte de la escudella, una especie de cocido que se sirve en dos tandas: primero el caldo, acompañado de fideos o arroz, y luego la carne (entre la que se encuentran las pilotas) con las verduras y las legumbres que se han hervido en el caldo.

Canelones: el clásico

Como decíamos al inicio, nada es tan típico de una comida de Sant Esteve como los famosos canalones catalanes, sobre todo si se acompañan de una buena botella de cava bien fresquita. Este plato, al igual que la sopa de galets, también se elabora con los restos de la comida de Navidad. Y es que lo normal es que para su preparación se utilice la carne que ha sobrado del día anterior, ya sea de pollo o de la propia escudella, que se limpia de huesos y se tritura para convertirlo en el relleno de los canelones.

Canelones
Canelones / Foto: Unsplash

Neules: un dulce final

Toda comida familiar que se precie debe terminar con un buen postre que ponga el punto dulce a la reunión. En el caso del día de Sant Esteve, lo normal es que se sirvan las famosas neules. Un dulce en forma de barquillo que es uno de los postres navideños más típicos de Cataluña.