La chef del Semproniana, Ada Parellada, se adentra en las casas de los foodies más intrépidos de Catalunya para resolver dudas semanales sobre los productos del día a día. Desde verduras y todo tipo de hortalizas y frutas, hasta cualquier tipo de dulce, pasando por la carne y el pescado. Maneras para aprovechar los alimentos en su esplendor, técnicas innovadoras y consejos que, en definitiva, nos harán disfrutar de una vida y un recetario más cómodo en los fogones de nuestra casa. El consejo revelador que esta semana nos expone la cocinera catalana es cómo cortar cebolla a puñetazo.

Coge libreta y bolígrafo, y dale al play al vídeo para averiguar todos los consejos de Ada Parellada de esta semana.

 

Cortar cebolla a puñetazo

Si eres de los que odia cortar cebolla porque te hace llorar, hoy te traemos la solución. No hace falta que te pongas gafas de científico o de natación, hay una manera mucho más sencilla -y divertida, por qué no decirlo- de cortar la cebolla. Descarga tu rabia y prepárate, al mismo tiempo, una ensalada deliciosa, con este consejo de la chef Ada Parellada.

Una vez tengas la cebolla pelada y bien envuelta, arremángate las mangas porque es hora de pasar a la acción

Cortar cebolla a puñetazo es posible. Solo necesitas, en primer lugar, una cebolla. La tendrás que pelar y sacar las pieles más oscuras. Procura no sacar muchas más capas de las necesarias porque entonces quizás te empiezan a picar los ojos. Una vez tengas la cebolla pelada, envuélvela en un trapo limpio. ¡Limpio! Asegúrate de que el trapo no esté sucio, por favor. Una vez tengas la cebolla pelada y bien envuelta, arremángate las mangas porque es hora de pasar a la acción.

Con el puño o con una herramienta

Descarga tu furia sobre la cebolla envuelta. Si crees que te harás daño en el puño o siente que no tienes suficiente fuerza para desmenuzar la cebolla, coge la caja de herramientas y escoge la manera que más te satisfaga para llevar a cabo este consejo: una llave inglesa, un martillo o un destornillador grande te servirán para apalear la cebolla y hacerla añicos. El resultado no te servirá para hacer un sofrito, pero con los trozos de cebolla que obtengas, sí que podrás preparar una ensalada deliciosa.

Las fibras aplastadas sacarán todo el picor de la cebolla y ya verás cómo queda deliciosa

Coge un tomate y córtalo a trozos. Ponlo en un bol y añade los trozos de cebolla desmenuzados. Si queda alguno demasiado grande, rómpelo con los dedos. Las fibras aplastadas sacarán todo el picor de la cebolla y ya verás cómo queda deliciosa. Añade un chorro de aceite, un poco de sal, pimentón y pimienta negra, unas gotas de jerez y unas aceitunas negras.

¡Un plato de cebolla que no hace llorar, sino que hace reír de fácil que es!