Rectificar un plato que ha quedado salado puede parecer una tarea desalentadora, pero con algunas técnicas simples y creativas, es posible rescatar el sabor y salvar la comida. En primer lugar, es esencial mantener la calma y recordar que incluso los chefs más experimentados cometen errores ocasionalmente. Te presentamos un plan de acción para corregir un plato salado y devolverle su equilibrio.

Incluso los chefs más experimentados cometen errores ocasionalmente

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La sal es un esencial de la gastronomía / Foto: Unsplash
  1. Identifica el nivel de salinidad: Antes de tomar cualquier medida, prueba el plato para evaluar la intensidad del sabor salado. Esto te ayudará a determinar cuánto necesitas rectificar.

  2. Agrega ingredientes neutros: Añadir más ingredientes a la preparación puede diluir el exceso de sal. Por ejemplo, puedes incorporar más líquido como caldo, agua o leche (dependiendo del tipo de plato) para diluir la sal. También puedes aumentar la cantidad de otros ingredientes principales para equilibrar el sabor.

  3. Equilibra con acidez y dulzura: Los sabores ácidos y dulces pueden contrarrestar la salinidad. Exprime un poco de jugo de limón o añade vinagre para agregar acidez al plato. También puedes incorporar ingredientes dulces como azúcar, miel o incluso frutas como manzanas o peras para equilibrar el sabor.

  4. Añade almidón: Los almidones como las papas, el arroz o la pasta pueden absorber parte del exceso de sal. Agrega estos ingredientes cocidos al plato y déjalos cocinar por unos minutos para que absorban el sabor.

  5. Incrementa la cantidad de líquido: Si es posible, aumenta la cantidad de líquido en la receta. Por ejemplo, si estás preparando una sopa, agrega más caldo o agua y deja que hierva a fuego lento para que los sabores se mezclen.

  6. Remueve el exceso de sal: Si el plato lo permite, puedes intentar sacar parte del líquido y reemplazarlo con uno sin sal. Esto puede ser útil en sopas o guisos.

  7. Compensa con hierbas y especias: Utiliza hierbas frescas o secas y especias para añadir más profundidad de sabor y distraer del exceso de sal. El perejil, el cilantro, el tomillo y el orégano son buenas opciones.

  8. Sirve con acompañamientos neutros: Si todas las otras opciones no son viables, sirve el plato con acompañamientos neutros como pan, arroz blanco o papas hervidas para ayudar a mitigar el sabor salado.

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La sal es un acompañamiento ideal, pero no nos podemos exceder / Foto: Unsplash

Rectificar un plato salado requiere un enfoque cuidadoso y experimentación. No temas probar diferentes técnicas y ajustar los sabores según sea necesario hasta lograr el equilibrio deseado. Con paciencia y creatividad, puedes convertir un plato demasiado salado en una deliciosa obra maestra culinaria.